El santo de la salud y el trabajo, San Pancracio, ha vuelto a reunir un año más, y ya van 62, a miles de personas en la ermita de La Torre de Sax. El primer día de mayo es un clásico festivo de la primavera en la villa sajeña y es costumbre que sus vecinos, y cada vez más visitantes procedentes de diferentes municipios del Alto y Medio Vinalopó, sobre todo de Elda y Petrer, acudan en romería hasta el enclave natural para pedir salud y trabajo a San Pancracio.

Los participantes van ataviados con sus cañas, pañuelos y un buen sombrero para mitigar los rayos del sol. En la ermita depositan ramilletes de perejil y velas sobre el altar, repican la «campanica», rezan, ríen y lloran, fotografían la venerada imagen y suelen llevarse, como recuerdo, un regalo, una estampita del santo o el propio perejil ya bendecido.

Este año el tiempo ha acompañado y la afluencia ha sido tan masiva como en ediciones pasadas a pesar del puente festivo. De hecho, en muy pocas horas se agotaron los más de 1.500 velones que los componentes de la peña El Préstamo ofrecían en su «puestecillo» para colaborar con el mantenimiento de la ermita y la tradición. Hasta las seis de la tarde estuvieron metidos en la faena, rondando el montante de lo recaudado 4.000 euros con las velas, el perejil, los recuerdos y la rifa.

Pero la romería partió a las nueve de la mañana con la imagen de San Pancracio desde la iglesia de la Asunción hasta la ermita, donde sobre las once y media se ofició la misa de campaña. Y a continuación los almuerzos y las comidas campestres porque el mercadillo tradicional que se suele instalar en la rambla ha flojeado este año.

Una jornada para disfrutar que ha registrado dos incidentes. Un traslado en la ambulancia de Cruz Roja al sufrir una mujer un esguince de tobillo, y una intervención de los bomberos del Parque de Elda por un pequeño incendio de matorral en La Torre. Y al año que viene...la romería 63.