El trono de la Virgen de la Salud y del Cristo del Buen Suceso de Elda recuperará las letanías, que ornamentaban el que se construyó en el siglo XIX y desapareció en la Guerra Civil. Con él se perdió la oración que se escondía tras el crucificado. Por ello no se había encontrado en fotografía alguna, hasta que en el museo de la iglesia de Santa Ana apareció una litografía. Es el único documento donde figuran y ahora, serán el eje central de la nueva decoración de la pieza religiosa.

La comisión pro-restauración de la Cofradía de los Santos Patronos tiene la intención de que en el nuevo trono haya elementos del pasado, el presente y el futuro. Por eso quieren dejar huella con algún motivo de este siglo. Todavía están deliberando cuál será el más adecuado. Además, el proyecto se va a quedar inacabado, aunque sólo falte por colocar un tornillo. El objetivo es que en el año 2104, coincidiendo con el quinto centenario de la llegada de los Santos Patronos, sea cuando se dé por acabado.

Poco se va a poder rescatar de un esqueleto, que se construyó con madera de derribo y que costó unas 125.000 pesetas. El proyecto que ha puesto encima de la mesa la cofradía de los Santos Patronos plantea la creación de pilares telescópicos que sostengan la estructura y un armazón de madera de tablero marino, que soporte el pasado de los años. Con el fin de sustentar las dos imágenes de los santos con garantías se ha planteado una estructura metálica. Voces de la entidad religiosa afirman que el motivo de la reparación del trono es por seguridad. Además mantendrá el mismo sistema hidráulico, que se utiliza para alzar a las imágenes y que se reparó hace unos años.

El presupuesto de la restauración del trono es de 20.000 euros y para conseguir que el proyecto sea una realidad, la cofradía inició una campaña de recaudación de fondos con unas huchas y la venta de mochilas, que se han agotado y se ha tenido que ampliar la edición. Ahora comenzarán a llamar a las puertas de las empresas para conseguir que la restauración comience en el mes de junio y finalice antes de las fiestas de septiembre.

El ebanista Pablo Maestre será el encargado de abordar el proyecto de restauración. Además de la renovación de la madera también se va a cambiar la instalación eléctrica en su totalidad, adaptándola a la normativa actual.