Descubrir el origen del poblado de la Edad de Bronce, Cabezo Redondo, en Villena, es uno de los retos que tienen ante sí los estudiantes y arqueólogos que están participando en la campaña de excavaciones que anualmente se desarrolla en la población.

Durante veintitrés días, dieciocho personas, intentarán desenterrar los secretos que guarda el yacimiento de la Edad de Bronce más importante de la cuenca del Mediterráneo. «Este año hemos incorporado a los trabajos estudiantes locales para dar continuidad al proyecto en el futuro, porque sólo se conoce se estima», afirmó el director de las excavaciones y doctor de la Universidad de Alicante, Mauro Hernández.

En esta edición se trabajará en tres puntos. De este modo se continuarán las excavaciones iniciadas el año pasado en dos de las viviendas situadas en la zona intermedia del poblado, así como en la zona alta del mismo donde se hallaron varios enterramientos.

«Hemos descubierto nuevas manzanas de casas y comprobamos que en cada una las viviendas están construidas con materiales distintos y de dimensiones diferentes. En los trabajos de este año queremos comprobar la arquitectura exterior de las casas y la distribución interior de cada habitación», explicó el director .

El Cabezo Redondo es una fuente de información constante sobre la vida en la prehistoria en Villena. El yacimiento ha permitido conocer, a través de las excavaciones de la parte superior del cerro donde se asienta, que la cebada fue uno de los primeros cultivos en la población. Asimismo, se han encontrado materiales de otros territorios como objetos de oro o huesos de marfil o lo que demuestra el poder comercial de los habitantes de Cabezo Redondo.

El poblado estuvo habitado por una sociedad que controlaba todo el territorio y sus riquezas, de ahí que no esté amurallado. Una sociedad de gran poder que consiguió acumular casi diez kilos de oro- Tesoro de Villena y el Tesorillo- y que desde el cerro de Cabezo Redondo controlaba el agua de las charcas y lagunas existentes en el territorio, la sal -básica para mantener el ganado- y el tránsito que se producía desde la Meseta al Mediterráneo.

A lo largo del fin de semana los estudiantes y arqueólogos han mostrado a los villenenses y a los visitantes la organización del poblado, así como las intervenciones que se han realizado a lo largo del año para hacerlo más accesible.

Mauro Hernández indicó que, gracias a la Conselleria de Cultura, se han restaurado los caminos de acceso dentro del yacimiento y se ha señalizado con carteleria en castellano, valenciano e inglés para que el público disponga de más información sobre los espacios visitados.