Alrededor de 25.000 personas formaron ayer un río humano para arropar a la Patrona de Villena, Nuestra Señora de las Virtudes, en los siete kilómetros que separan el santuario de la población. Como cada último domingo de agosto, los villenenses no faltaron a su cita y acompañaron a la Morenica hacia la iglesia arcedianal de Santiago donde permanecerá hasta que concluyan los festejos patronales.

Tras la Eucaristía, a las seis de la tarde se iniciaba la romería con la salida por la portalada principal del santuario de la imagen de la Patrona, acompañada por el alcalde de Villena, Javier Esquembre, el presidente de la Junta Central de Fiestas, Manuel Muñoz, las regidoras, Laura Amorós y Sara Murcia, el presidente de la Junta Central de Fiestas, Luís Sirera y la edil de Fiestas, Conchi Beltrán.

El aplauso de cientos de devotos congregados en la explanada del santuario rompió el silencio para dar paso a las emociones, hasta ahora contenidas, incluso las lágrimas, aflorando sentimientos y recuerdos por las personas que ya no están. Un año más se vivió el fervor que los villeneros sienten por su Patrona, que iniciaba el camino de vuelta a la población.

Minutos más tarde, cuando la imagen llegó a la cruz ubicada frente al santuario, los arcabuceros de la comparsa de Piratas iniciaron las salvas de arcabucería avisando a los allí congregados de la presencia de la Morenica en el camino.

Miles de romeros portaban la tradicional pañoleta, este año de color verde fosforito con la imagen de Nuestra Señora de las Virtudes, como signo de amor y devoción. Tras pasar por la zona del arenal, una de las más singulares del recorrido de la romería, los romeros encaraban la recta del Camino Viejo de la Virgen y tras pasar el puente del AVE, comenzó la tradicional parada y merienda en la ermita de San Bartolomé, donde pasadas las 19.30 horas la campana replicaba anunciando la llegada de la Patrona de la ciudad. Así por primera vez, y a través de la aplicación móvil con tecnología GPS de la Junta Central de Fiestas, los villenenses tuvieron la oportunidad de saber en qué lugar exacto del recorrido se encontraba la Sagrada Imagen.

Con la caída de la tarde, la Morenica traspasaba las vías del tren e iniciaba su recorrido por el casco urbano de Villena.

En la iglesia de los padres Salesianos era recibida por los arcabuceros de las catorce comparsas que iniciaron el desfile anunciando la presencia de la Patrona por las calles de la ciudad. Posteriormente, las autoridades y las bandas de música acompañaron a la imagen hasta la iglesia de Santiago, lugar en el que permanecerá hasta el 9 de septiembre.

Pasacalles

El último domingo de agosto se vive en Villena el preludio de los días grandes, de las fiestas de Moros y Cristianos. Así por la mañana, a partir de las 10 horas desde la Plaza de Santiago, la comparsa de Moros Viejos iniciaba el acto del Pasacalles, en el que participaron unos trecientos arcabuceros de las catorce comparsas que conforman los festejos patronales.

Tras la explosión de sonido, fue el turno de los cargos festeros y las autoridades locales y festeras, acompañados por la Banda Municipal de Música que cerraron un desfile, que llegó al filo de la una del mediodía, de nuevo, a la Plaza de Santiago. Allí, el ruedo de las banderas por los alféreces de las comparsas puso el broche final al acto.

La pólvora y la música anunciaron por la mañana que queda menos de diez días para que la ciudad se transforme.

Por la tarde, con la caída de los rayos de luz, los arcos de las calles principales se encendieron para recibir a la Morenica.