La ermita de Los Dolores de Elda, ubicada en el paraje de Las Cañadas y la última que se mantiene en pie en el término rural de Elda, fue inaugurada en la tarde de ayer con un acto de puertas abiertas, una misa oficiada por el párroco de San Pascual y el posterior vino de honor al que asistieron unas 200 personas. La iniciativa ha sido posible gracias a un grupo de 33 jubilados senderistas llamados «Los Lunes de Marcha», que se han encargado durante los cuatro últimos meses de limpiar, enyesar, pintar, organizar los exvotos, sellar las filtraciones del tejado, arreglar la puerta y ajardinar la ermita, construida en 1716 y catalogada como Bien de Relevancia Local. Precisamente por esa protección no se ha podido acometer ningún trabajo que afectara a los cimientos, la fachada ni la estructura. Por ello, ahora el grupo de senderistas jubilados aspira a que a corto plazo se pueda hacer una restauración en profundidad de la ermita y evitar así que se deteriore más.