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Un siglo de Carmelitas en Sax

La Congregación fundó en 1919 el colegio a petición de los sajeños para atender sus necesidades educativas

Un siglo de Carmelitas en Sax

Cien años se cumplen en 2019 de la llegada de las Carmelitas a Sax. Un centenario que la Congregación de las Hermanas de la Virgen María del Monte Carmelo, fundada en Caudete por la Madre Elisea Oliver en 1891, celebrará a lo largo de los próximos doce meses con actividades culturales, sociales, lúdicas, solidarias y religiosas. Un amplio programa que ha abierto el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, con una solemne eucaristía oficiada en el templo parroquial de Sax, concelebrada con los sacerdotes del pueblo y en presencia de autoridades locales, cientos de vecinos y medio centenar de Carmelitas. Algunas de ellas procedentes de la Casa Madre de Orihuela, del colegio Santa María del Carmen de Elda y del Gobierno General y Vicarial de la Congregación en Madrid, con la Superiora General, Merry Teresa Sri Rejeki, entre ellas.

Fue el 17 de septiembre de 1919 cuando las monjas fundaron el colegio Nuestra Señora del Carmen de Sax ante las insistentes peticiones de la población para que se atendieran sus graves carencias educativas. La primera Comunidad la constituyeron las Hermanas Dorotea, Victoria, Elvira, Guadalupe y Celina siendo la Madre Josefa la primera superiora. Desde entonces, y hasta la actualidad, miles de niñas y niños han pasado por las aulas de las Carmelitas aprendiendo conocimientos y recibiendo valores. Generaciones de sajeñas y sajeños que han forjado una historia de afinidad, afecto y gratitud compartida con las Hermanas Carmelitas.

No ha sido un camino fácil pero con humildad, dedicación plena, «carisma carmelita» y mucha valentía han ido sorteando los obstáculos durante cien años con «el fin común de atender y dar respuesta a las necesidades del pueblo». De hecho los inicios fueron duros y sacrificados y, por la acuciante falta de recursos, la Congregación no pudo crear, además del colegio, un centro sanitario para cuidar de los enfermos como hubiera sido su deseo. Por el mismo problema también tuvieron que cambiar de local para impartir clases en numerosas ocasiones. El primer emplazamiento fue el de la Casa de la Inquisición de la calle Mayor. A continuación se trasladaron a la Casa Santonja, en la actual calle Gran Vía esquina con Ramón y Cajal. Cuatro años después pasaron a ocupar la Casa-Bodega de Juan Bautista Gaubert Vialatte, donde actualmente se encuentra el café Estambul, pero llegó la Guerra Civil y las religiosas tuvieron que huir para refugiarse con sus familias mientras el colegio era ocupado por el Frente Popular. Acabada la contienda regresaron pero en 1945 el viejo local se encontraba en una situación tan precaria que no tuvieron más opción que buscar otro emplazamiento. Y fue entonces cuando surgieron las dificultades hasta el extremo de que las Carmelitas se vieron, incluso, en la tesitura de tener que abandonar. El pueblo se movilizó entonces para evitarlo y la intervención del terrateniente sajeño Andrés Valdés Alpañés, alcalde entre 1927 y 1929, fue fundamental. Ligado sentimentalmente a la Orden Carmelita y apasionado por Sax, medió con el Ayuntamiento para que se le entregara a las Hermanas la escuela municipal construida en 1923 sobre la huerta del cercano cuartel de la Guardia Civil, que había dejado de utilizarse tras culminar la obra del colegio Cervantes. La Corporación lo aceptó e hizo un contrato de alquiler en perpetuidad, por el pago de una simbólica peseta al año, para garantizar la estancia de las religiosas en el mismo centro que hoy siguen utilizando tras acometer diversas obras de ampliación, reestructuración y reforma desde 1975.

En definitiva, un feliz «cumplesiglos» de presencia Carmelita que Sax agradece y celebra.

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