La Policía Nacional de Elda-Petrer celebra hoy la festividad de sus patronos, los Santos Ángeles Custodios, con misa y conmemoraciones cuando se cumplen cuarenta años de su presencia en la ciudad. La primera compañía de la entonces llamada Policía Armada llegó al municipio el 1 de octubre de 1978 y destinó una sección al vecino municipio de Petrer. Todas las tareas que hasta entonces estaban encomendadas a la Guardia Civil pasaron a ser competencia de la Policía Nacional, quedando el cuartel de la Benemérita reducido a tareas de Intervención de Armas después de que en 1974 el subsector de Tráfico fuera trasladado a Villena donde sigue hoy en día.
Fue una decisión estatal aplicada en todas las ciudades superiores a los 50.000 habitantes, lo que equiparó a Elda con las capitales de provincia siendo acogida la medida de buen grado por los eldenses. El capitán Arillo fue el primer responsable de la Policía Armada en la ciudad y los seis agentes del Cuerpo Superior de Policía, con su comisario Ramón Remiro Palacios al frente, pasaron a integrarse en la misma estructura. Este pequeño contingente con funciones de documentación y «policía secreta» abandonó, por tanto, las dependencias que ocupaban en el Ayuntamiento de Elda, junto a la Policía Local, y se trasladó a la antigua Casa del Hogar del Camarada ubicada en la calle General Mola, la que en fechas más recientes fue la sede de UGT en la calle ahora denominada Ortega y Gasset.
Durante tres años soportaron los agentes la falta de espacio y condiciones hasta que en 1981 se inauguró la actual Comisaría, situada en la calle Lamberto Amat, a escasos metros del cuartel de la Guardia Civil, en un solar cedido por el Ayuntamiento. Un compromiso que el entonces alcalde Paco Sogorb arrancó a Manuel Fraga, ministro de la Gobernación, tras una reunión mantenida en Madrid en la que también consiguió fondos para el Palacio de Justicia.
Las primeras promociones destinadas a la Comisaría estaban compuestas por agentes jóvenes. Muchos se casaron y fijaron su residencia en la ciudad, donde siguen viviendo al igual que sus hijos y nietos. Cuatro décadas de presencia de la Policía Nacional en Elda dan para mucho. Y hoy es un buen momento para recordarlo al amparo de los Ángeles Custodios.
