El Ayuntamiento de Elda llama a consulta a los vecinos. Lo hace para renombrar las calles que mantienen la denominación que se mencionan en el acta municipal del Ayuntamiento de Elda fechada el 5 de julio de 1939, poco después de finalizar la Guerra Civil. Una variación realizada por dos gestores del régimen dictatorial que sólo respondía, según se indica en el informe firmado por la comisión de expertos que revisaron el callejero, a «exaltar el triunfo militar y la ideología de los sublevados».

Suprimir nombres de batallas como la de Brunete, Belchite o de monumentos vinculados al bando nacional como el Alcázar de Toledo, es el objetivo del proceso de participación ciudadana que se abre para que los vecinos sugieran futuros nombres para sus calles.

El equipo de gobierno quiere llevar a la Junta de Portavoces, que será el órgano municipal que tome la decisión final, una terna que incluya el nombre que aportó la comisión de expertos así como dos propuestas de los vecinos. Sin embargo, el cambio tendrá que esperar. El edil ha indicado que «no queremos que en un periodo electoral este trámite influya en el correcto desarrollo del proceso democrático».

El Ayuntamiento ha tardado casi dos años en aplicar la Ley de la Memoria Histórica tras la redacción del informe que revisa los vestigios de la época franquista. En 2016, el Ayuntamiento acordó evaluar las calles y plazas de la ciudad a la luz de lo que marca la Ley de la Memoria Histórica. La segunda fase fue la creación de una comisión de expertos.

Diecisiete calles y tres placas con el yugo y las flechas se conservan todavía, tras la primera supresión de elementos de exaltación del régimen que se ejecutó en los primeros años de la actual etapa democrática. En este sentido, el concejal de Patrimonio, Amado Navalón, ha entonado el «mea culpa». El edil ha manifestado que «quizás no hemos sido todo lo rápidos que debiéramos en esta cuestión, el trabajo diario ha obstaculizado su inicio».

Fue necesaria una recomendación del Síndic de Greuges para que se retomarán los trabajos con el objetivo de cumplir con la legislación. Algunas sentencias que han tumbado las variaciones en el callejero de otras ciudades sumadas a las reticencias de algunos vecinos, provocaron que el informe se quedará en un cajón esperando tiempos más favorables.

Inicio del proceso

El proceso comienza con una charla coloquio para dar a conocer de primera mano a los vecinos el porqué del cambio en el callejero. Será el próximo miércoles 20 de febrero, a las 20:00 horas, en el salón de actos del Centro Cívico.

La conferencia contará con la presencia de los integrantes de la Comisión de Expertos de la Memoria Histórica formada por los historiadores José Ramón Valero, Gabriel Segura, Miguel Ángel Abad y Juan Carlos Márquez que elaboraron un informe en el que se determinó que 17 denominaciones de calles y 3 placas con símbolos franquistas incumplían la ley de la Memoria Histórica.

En la charla, además de dar las oportunas explicaciones, se abrirá un turno de palabra para consultas y sugerencias. Posteriormente se habilitará un espacio en la web municipal para los vecinos puedan aportar sus propuestas. Después se trasladarán las recomendaciones de los vecinos a la Junta de Portavoces .

El concejal de Patrimonio, Amado Navalón ha señalado que la Comisión de la Memoria Histórica no dejo huérfanos de nombre a estos espacios públicos. Propuso ciertas alternativas. Los expertos plantearon su sustitución por otros ligados a la toponimia tradicional histórica como «Calle de la Balsa», «Calle Horno de San Antonio» o «Calle Postigos».

Asimismo dentro de las candidaturas, se propuso el de Francisco Coello, primer sacerdote de la parroquia de San Francisco de Sales, que fue un referente democrático y social, especialmente en algunos momentos difíciles de la Transición; y el del escritor valenciano que hizo en su obra referencias a Elda, Enric Valor.

La Gran Avenida es una de las vías indultadas en el informe. Así, del listado de nombres de «calles franquistas» la avenida José Martínez González, más conocida como «Gran Avenida» se quedará tal cual. La denominación de ésta aparece en el acta municipal fechada el 15 de febrero de 1956, en la que se aprueba la sustitución de la calle conocida como Gran Avenida por el nombre del que fuera alcalde José Martínez González, fallecido ese mismo año. En el análisis de los expertos se indica que los honores que se le otorgaron «no están ligados a su significación durante la Guerra Civil sino al hecho de ser alcalde de la ciudad y procurador en Cortes cuando falleció en accidente». La propuesta sobre la nomenclatura de la céntrica vía es que pase a ser «Gran Avenida de José Martínez González».

Tampoco ven razonable que se suprima el nombre de la calle Maestro José Sedano Serna y de la plaza cura José María Amat Martínez por ser ayuntamientos democráticos los que decidieron otorgar este honor.