Monforte del Cid ha celebrado el sábado 9 de marzo de 2019 un día histórico porque la imagen de la Purísima ha sido trasladada al municipio valenciano de Ribarroja del Turia para ser restaurada por la artista Aurora Arroyo Ibáñez, en cuyo taller permanecerá más de cuatro meses. La talla nunca había salido de Monforte desde que en 1939 llegó en un camión de la emblemática empresa monfortina Anís Tenis. Así que para despedir a la Inmaculada Concepción los vecinos han podido contemplarla, a partir de las nueve de la mañana en el presbiterio de la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, cuyo altar mayor preside.
El rezo de laudes se ha realizado a las once y, media hora más tarde, se ha cantado el Salve Regina mientras la imagen era trasladada al exterior del templo bajo la interpretación del Himno a la Purísima. Además, la furgoneta en la que ha sido transportada a Ribarroja recibió la escolta especial de la Policía Local hasta que alcanzó la autovía de Madrid. Y en las calles del trayecto numerosos vecinos aguardaban el paso de la comitiva para despedir a la patrona ondeando cientos de banderitas azules. También la restaurada, que se desplazó a Monforte para supervisar todo el proceso, fue ovacionada en el templo parroquial.
Fue un acto muy emocionante en el que se testimonió la fe que el pueblo profesa por su patrona. De hecho, cientos de monfortinos salieron a la calle en la soleada mañana del sábado para despedirla, y también en la misa hubo instantes entrañables que culminaron con la interpretación del Himno a la Purísima.
La talla mide algo menos de dos metros y fue tallada en València por el escultor José Gerique Chust. Pero 80 años es mucho tiempo y la alcaldesa María Dolores Berenguer ha explicado que la imagen está deteriorada y necesita ser sometida a un proceso de mejora, que también incluirá a la peana con los angelitos que la acompañan. «De cerca se observan pequeños golpes y la suciedad ha hecho que los colores originales pierdan viveza», señalaba la primera edil de EU recordando la colaboración que el Ayuntamiento ha brindado en todo momento a la Cofradía de la Purísima. El coste de la intervención se eleva a 12.000 euros y en los dos primeros meses, tras finalizar las fiestas de Moros y Cristianos que se celebraron durante el pasado diciembre, ya se habían recaudado 6.000 euros a través de donaciones particulares y de las diferentes actividades llevadas a cabo por la Cofradía.
El fervor por La Purísima se remonta en Monforte del Cid a 1729, acabando así con la devoción al antiguo patrón, Sant Jaume, que era venerado desde la Edad Media. Según las publicaciones de los historiadores locales, con el nombramiento de la nueva patrona se realizó una imagen de la Purísima que se llevó a la iglesia de Santa María. Sin embargo no es la misma talla que la actual ya que en 1936, al comienzo de la Guerra Civil, desapareció junto a sus joyas, el llamado «Tesoro de la Purísima». Pero al finalizar la contienda los monfortinos encargaron al artista Gerique Chust una nueva escultura de la patrona, que es la que hoy parte con destino a València de donde llegó a Monforte 80 años atrás.
« ¡Cuánto te extrañaremos, Virgen bendita! Estarás ausente de tu camarín, que no de nuestros corazones. Y no dejaremos de visitar tu casa, ni de reunirnos para celebrar la misa de tu Cofradía, ni de rezar en tu altar. Seguro que cuando regreses aún te vamos a querer más. Sigue bendiciendo desde el cielo a tu pueblo, que te adora y a cada uno de tus hijos e hijas». Es la emotiva despedida que el cura Enrique Rubio ha dedicado a la patrona de Monforte del Cid.
