Los indicios recabados apuntan a una clara intencionalidad en los tres incendios forestales ocurridos durante el último mes en diferentes parajes naturales de Pinoso y Monóvar. Una circunstancia que ha llevado al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil a poner en marcha una investigación para tratar de identificar al autor -se sospecha que es uno solo- de los incendios que han devastado cerca de seis hectáreas de monte.
Afortunadamente la superficie quemada no ha sido muy extensa, no se han registrado daños personales ni ha sido necesario desalojar a los vecinos de las casas más próximas. Algo debido a que las llamas han fueron detectadas con rapidez y la intervención de los medios de extinción resultó muy eficiente. En cualquier caso todos los fuegos se han producido en un radio de acción inferior a los diez kilómetros, con focos localizados y sobre las once de la noche.
El primero se produjo al filo de la madrugada del 23 de julio en la partida de los Purgateros de la pedanía pinosera de Las Encebras. El foco partió del camino de Tres Fuentes-Algueña y las llamas calcinaron dos hectáreas de matorral y terreno de labranza estando apunto de afectar a la frondosa masa forestal de la zona. Las condiciones del terreno, con abundante matorral y monte bajo, y las altas temperaturas -más de 22 grados- dificultaron las tareas de las dotaciones procedentes de Elda, Villena, Xixona y Font Roja.
Sobre las 22 horas del 9 de agosto otro incendio arrasó más de tres hectáreas del Paraje Natural Municipal del Coto dentro del término de Monóvar. El fuego se dio por controlado cuatro horas después.
El último siniestro se produjo el pasado día 13 en una pinada de Las Encebras y fue controlado a la una de la madrugada tras quemar 1.500 metros de superficie. El fuego se inició a las 23 horas en un bosque situado entre Pinoso y Monóvar y hasta el lugar se desplazaron quince bomberos de los Parques de Elda y Villena, dos autobombas rurales y una brigada y una autobomba de la Generalitat.
Tres incendios que recuerdan los veranos del pirómano de Las Encebras de décadas pasadas.
