Los festeros de Villena rindieron homenaje a la Virgen de las Virtudes, patrona de Villena, durante la ofrenda floral que en la mañana de ayer recorrió las principales calles del centro de la localidad. Las catorce comparsas partieron desde la intersección de la calle San Isidro con la avenida de la Constitución hasta la iglesia de Santiago, donde depositaron los ramos de flores a los pies de la venerada imagen.

En Villena el acto de la Ofrenda tiene un marcado carácter solidario. Las comparsas se vuelcan para ofrecer su mejor cara y donar parte de su presupuesto en alimentos, productos sanitarios, de limpieza o escolares a distintas asociaciones socio sanitarias y a las ONG de la ciudad como Alzheimer, Amif o la Sociedad Protectora de Animales y Plantas. Así atienden parte de sus necesidades. Muchas de las comparsas componen un mural de los productos que han donado, que colocan como si de un escaparate se tratase en camiones que les acompañan en su desfile.

Tampoco faltaron las tradicionales toñas, dulces que entrega la comparsa de Cristianos al asilo de ancianos y que cuenta con casi un siglo de historia. Muchos son los pequeños que participaron ayer en la Ofrenda, tanto en su cochecito como en los brazos de sus padres. Los villeneros aprovechan la oportunidad de presentar a sus descendientes a la Patrona.

Los representantes de la Junta Central de Fiestas, así como el alcalde y los concejales de la Corporación municipal y las Regidoras Mayor e Infantil, María Navarro y Alba Ruiz, cerraron el desfile.

El acto es como un concierto de música ya que las bandas se afanan por dar lo mejor de ellas. Es uno de los dos actos en que se puntúa a las agrupaciones musicales a la hora de otorgar el premio a la Mejor Actuación Musical.

Maseros

La comparsa de Maseros realizó un guiño a los 50 años de la desaparición del ferrocarril de vía estrecha, conocido como el Chicharra. Los Labradores crearon un monumento artístico que lucieron y que se granjeó los aplausos del público. Este tipo de ofrendas cada vez son menos frecuentes en Villena, a la vez que se han impuesto las de carácter solidario.

Los Maseros emplearon para construir este homenaje a los ferroviarios y a las personas de edad avanzada que vieron pasar este tren por las estaciones de Villena, 1.500 botes de refrescos reciclados. La parte de color metálico en mate se pegó en un armazón de madera para otorgarle el tono de acero al vagón que tenían esos ferrocarriles. Cada lata se recortó, moldeó y pegó. Para el trabajo se recogieron 2.000 latas de refrescos vacías. Una forma de visibilizar la importancia de reciclar y de cuidar del planeta.