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El envejecimiento y la falta de médicos provocan demoras de hasta dos años en Elda y comarca

Las consultas en Neurología aumentan casi un millar en los tres últimos años, pero la plantilla sigue manteniéndose en cinco especialistas - El servicio de Rehabilitación citó para esta semana a una mujer que fue operada cuatro años atrás

El retraso en las consultas de Neurología supera el año por término medio, lo que genera las quejas de los pacientes y sus familiares. ÁXEL ÁLVAREZ

La lista de espera para la consulta de Neurología supera el año y el plazo para recibir tratamiento en Rehabilitación sobrepasa los seis meses. Así ocurre por término medio en el Departamento de Salud de Elda pero hay casos extremos, y la situación está generando un creciente malestar en el Alto y Medio Vinalopó. El envejecimiento poblacional, la proliferación de patologías como el alzhéimer, párkinson y la demencia senil, una mayor sensibilización en la detección precoz de la enfermedad y la falta de recursos humanos en el sistema sanitario son los factores que están contribuyendo a un aumento de la presión asistencial. Sin embargo, las plantillas de especialistas no solo no crecen, sino que, en momentos puntuales, llegan incluso a disminuir por bajas, jubilaciones o traslados. Consecuencia directa: demoras cada vez mayores en la atención especializada.

Las cifras son clarificadoras. En Neurología, el jefe y los cuatro médicos del servicio atendieron 9.460 consultas en 2015, mientras que en 2018 la cifra se incrementó en casi un millar al alcanzar las 10.420. Pero la situación en Rehabilitación ha sido todavía más complicada con 23.369 tratamientos llevados a cabo en 2015, frente a los 23.200 de 2018, pero contando con tres facultativos menos. La plantilla pasó de ocho a cinco fisioterapeutas porque el jefe del servicio se jubiló en diciembre, un profesional causó bajo por enfermedad y otro por traslado. Actualmente son seis especialistas, pero durante nueve meses han sido solo cinco.

En tales circunstancias no es de extrañar que se produzcan casos clamorosos como el de una mujer mayor a la que citaron la semana pasada para acudir a rehabilitarse por una operación de espalda que le realizaron en 2015. Lamenta su hija María Dolores Rico que «ahora ya no le hace falta porque está totalmente encamada». Pero esta misma paciente también ha estado 18 meses en la lista de espera de Neurología. Trece meses ha esperado Julia Pérez para ser visitada por el neurólogo. «Hacen falta más especialistas, están saturados, y en Rehabilitación todavía no me han llamado pero están tardando de seis a ocho meses». Feli Vidal también explica, por las redes sociales, que su madre lleva 20 meses sin que la llamen a consulta y David Martí, cinco; a lo que Toñi Cremades les responde que sigan esperando «porque a mí han tardado casi dos años en llamarme». Luisa María Alcaraz confirma que «en Neurología es así». Pero también hay excepciones. Pablo Arias comenta que a su padre «lo operaron en julio y a primeros de septiembre ya estaba haciendo rehabilitación».

Cabe puntualizar al respecto que en los casos clasificados como urgentes o que son derivados desde el propio hospital no hay demoras. Los retrasos se dan en las primeras visitas o en los tratamientos ordinarios. Ahí radica el problema.

«He sufrido el deterioro de mi madre durante 15 meses sin poder hacer nada»

Quince meses tuvo que esperar Ángela Barbosa para que el Servicio de Neurología del Departamento de Salud de Elda diagnosticara el alzhéimer que sufría su madre, que actualmente tiene 80 años y se encuentra en el tercer grado de la enfermedad.

Tan pronto como detectó los primeros síntomas la llevó al centro de salud Marina Española. El médico la remitió al centro de especialidades Padre Majón y la neuróloga le pasó un test y solicitó un TAC, que se realizó en menos de un mes. Hasta ahí el sistema sanitario fue diligente. Sin embargo la cita para la consulta de Neurología no llegó hasta un año y tres meses después y confirmó que, efectivamente, padecía alzhéimer.

Sin plazas

«Ha sido un año perdido para aplicarle un tratamiento que podría haberle proporcionado más tiempo de lucidez evitando que la enfermedad avanzara tan rápido», señalaba ayer la hija mostrando su pesar «por haber sufrido el deterioro físico y mental de mi madre con la pena y la impotencia de no haber podido hacer nada por ayudarla». En este caso se da la circunstancia añadida de que conoció la patología de su madre al acudir a Urgencias en una crisis de nervisiosismo que le dio estando en casa. «Fue el médico que la atendió el que me lo dijo tras consultar los informes que tenía de ella», señalaba Ángela Barbosa exponiendo el problema al que ahora se enfrenta. En la comarca no hay plazas suficientes en los centros de día para atender a estos enfermos, «así que carecen del apoyo y las terapias que pueden ayudarles a ellos y a las familiares que nos encargamos de atenderlos».

Desde el Departamento de Elda se han aplicado en los últimos años diferentes medidas para reducir las listas de espera. Una de ellas son las rutas asistenciales -como la de demencia- con la que se pretenden aprovechar los recursos de Atención Primaria en un tipo de patologías -neuronales y del aparato locomotor- que han aumentado mucho en poco tiempo y son persistentes al afectar a personas mayores.

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