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Roban en 50 viviendas de una urbanización de Aspe en menos de un año

Los vecinos del residencial Santa Elena están atemorizados por la inseguridad que sufren y se plantean realizar patrullas o contratar vigilancia

La urbanización Santa Elena se encuentra a un kilómetro de distancia del casco urbano de Aspe. ÁXEL ÁLVAREZ

Los ladrones se están cebando con la urbanización Santa Elena de Aspe mientras crece el miedo y la preocupación entre los propietarios. De los 250 chalés individuales con los que cuenta este residencial ya son 50 los que han sufrido robos entre la pasada primavera y el presente invierno. Así lo denuncia la asociación vecinal, que advierte del clima de «psicosis» que se está produciendo.

Los primeros delitos se produjeron de forma aislada y esporádica en las viviendas situadas en la zona exterior del complejo residencial. Pero en los últimos meses la actividad delictiva se ha intensificado con un promedio de entre dos y cinco asaltos por semana. En una tarde de noviembre desvalijaron tres casas contiguas saltando por las vallas de sus respectivos jardines. El día de Reyes cayeron otras dos más y la última sustracción se produjo el pasado jueves por la tarde. El chalé quedó tan desordenado durante el registro que, según indicó su dueño, «fue como si una bomba hubiera estallado en su interior».

Por la forma de actuar se sospecha que se trata de la misma banda. Emplean menos de quince minutos y se llevan dinero y joyas despreciando electrodomésticos, ordenadores u otros objetos de valor. Actúan a media tarde o primera hora de la noche después de vigilar a los dueños para asegurarse de que no se encuentran dentro. En uno de los casos llegaron a esperar a que la víctima saliera a dar un paseo con su perro para robar. Nunca asaltan dos veces el mismo domicilio. Acceden por los caminos perimetrales de la urbanización para evitar ser descubiertos en los viales de entrada y salida. Resulta llamativo el hecho de que, tras casi un año, nunca hayan sido sorprendidos por los propietarios, detectados por otros vecinos ni captados por las cámaras de seguridad privadas que hay en algunas viviendas.

Hastiados y atemorizados por el clima de inseguridad que sufren en sus hogares, la Asociación de Vecinos Santa Elena mantuvo una reunión con el alcalde para reclamar medidas efectivas que pongan fin a esta oleada de robos sin precedentes en la localidad. Antonio Puerto les instó a presentar denuncias y aseguró que se incrementaría la vigilancia policial además de instalar cámaras de seguridad en puntos estratégicos. Desde ese encuentro han pasado varios meses y, aunque las cámaras ya están operativas y las patrullas de la Policía Local y Guardia Civil acuden con más frecuencia, lo cierto es que el problema persiste. Es más. Los ladrones actúan cada vez con más contundencia. Al principio se aprovechaban de los descuidos y forzaban las ventanas de los aseos de la planta baja. Pero últimamente han comenzado a arrancar las rejas de las puertas en busca del botín.

Todo ello está llevando a la asociación a plantearse varias opciones. Entre ellas, la formación de patrullas vecinales para vigilar sus propiedades o contratar vigilancia privada. Tampoco descartan realizar una concentración de protesta frente al Ayuntamiento para que los responsables políticos adopten las medidas adecuadas que garanticen su seguridad.

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