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CORONAVIRUS

El reencuentro con los difuntos tras el coronavirus

Gran afluencia a los cementerios de Elda en el inicio de la desescalada tras permanecer dos meses cerrados por el coronavirus

El reencuentro con los difuntos en Elda tras el coronavirus

El reencuentro con los difuntos en Elda tras el coronavirus

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El reencuentro con los difuntos en Elda tras el coronavirus Pérez Gil

Una larga cola de personas aguardaba a primera hora de la mañana para acceder al cementerio de Santa Bárbara de Elda. Una escena que se repetía en el nuevo y lejano campo santo, el Virgen de los Dolores. Era el primer día de puertas abiertas después de que el Departamento de Salud de Elda haya logrado pasar a la fase 1 de la desescalada. Había nerviosismo por acudir a los nichos y panteones donde yacen los seres queridos. Algunos de ellos fallecidos en tiempos de coronavirus y, por lo tanto, inhumados sin velar y en soledad. «Han sido dos meses pero se han hecho eternos», señalaba una octogenaria que esperaba a los sepultureros con un ramo de flores en una mano y un cubo con productos de limpieza en la otra.

A través de un decreto especial, el Ayuntamiento de Elda ha permitido la asistencia para visitas de culto a los familiares y allegados enterrados en ambos cementerios. Pero con restricciones de tiempo -de 9 a 13 horas- y de aforo -30 personas máximo- además del cumplimento de las medidas generales de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias. El uso de mascarilla con carácter general y las entradas y salidas controladas por personal municipal para evitar agrupaciones. También se ha puesto a disposición del público, en la entrada a los recintos, dispensadores de geles hidroalcohólicos y desinfectantes con actividad virucida.

Aunque ayer no fue necesario, se limitará al menor tiempo posible la duración de las visitas y, durante el desarrollo de las mismas, es preciso evitar el contacto personal y mantener en todo momento la distancia de seguridad. Tocar o besar objetos de devoción o de otro tipo queda prohibido así como la utilización de utensilios de limpieza de uso público común. En tal caso se debe realizar con guantes y habrá que desinfectarlos al finalizar su uso.

El avance en la desescalada tras el estado de alarma decretado el viernes 13 de marzo también implica una «nueva normalidad» para los entierros. Así pues, la participación en la comitiva para el enterramiento, o para la despedida en la cremación del fallecido, se restringe a 15 personas, entre familiares y allegados, además del ministro de culto para la práctica de los ritos funerarios. Siempre respetando una distancia mínima de seguridad de dos metros, higiene de manos y mascarilla para los presentes.

Villena también ha decidido abrir su cementerio todos los días, de 9 a 13 horas, salvo los fines de semana, pero con los aseos públicos cerrados para evitar contagios porque el Covid-19 sigue acechando.

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