El proyecto de rehabilitación del Santuario de Las Virtudes ha finalizado pero está pendiente la decisión sobre la posible suspensión de la tradicional romería de La Morenica por el coronavirus.
Las obras comenzaron en la anterior legislatura y el proyecto se modificó al inicio de las mismas al detectarse problemas estructurales en la cimentación. El análisis técnico advirtió de los graves problemas que las filtraciones de agua habían provocado en el subsuelo, lo que provocó que el presupuesto inicial -cofinanciado por los Fondos Europeos FEDER- tuviera que doblarse.
Las actuaciones más importantes llevadas a cabo han servido para garantizar la estabilidad del edificio, que tiene su base sobre la antigua ermita construida a mediados del siglo XV. Para ello se han utilizado las técnicas más avanzadas en perforaciones y filtraciones de resina a dos niveles de altura, bajo la antigua ermita, en todo el perímetro del edificio y en el suelo de la iglesia.
«Tengo que agradecer al equipo técnico, a la dirección de obra y a la empresa responsable de la intervención la sensibilidad demostrada y el buen trabajo realizado para que el proyecto saliese adelante pese a las dificultades», destacaba el alcalde Fulgencio Cerdán tras visitar el Santuario.
Los trabajos más importantes han consistido en el refuerzo estructural del claustro con un importante volumen de vigas de hierro que aseguren su cubierta. Además, se ha impermeabilizado por completo el claustro para ayudar a la conservación del edificio. «Pero lo más importante era solucionar la estabilidad del edificio y los problemas detectados en el subsuelo», ha remarcado el edil de Obras, Andrés Martínez. La Corporación municipal ha podido comprobar el estado del edificio in situ y ahora toca decidir la fecha en la que podrá reabrirse al público y devolver a la patrona a su «hogar». Pero eso sí, cumpliendo estrictamente las medidas de seguridad que marcan las autoridades sanitarias. La romería de agosto está por tanto en el aire.
