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La vara de mando de Azaña sale por primera vez de Elda con destino a la Biblioteca Nacional

El Ayuntamiento cede temporalmente el bastón del expresidente de la II República para una exposición en Madrid sobre su figura en el 80 aniversario de su muerte

El socialista Rubén Alfaro, con la vara de mando del expresidente Azaña. AXEL ÁLVAREZ

La vara de mando de Manuel Azaña Díaz, que desde abril de 2018 se encuentra en una vitrina en el vestíbulo del Ayuntamiento de Elda, viajará a la sede de la Biblioteca Nacional, donde será expuesta de manera temporal en una muestra organizada con motivo del 80 aniversario de la muerte en el exilio francés del expresidente de la II República. El bastón partirá con destino a Madrid el 17 de diciembre de 2020 y no regresará hasta el 21 de marzo de 2021.

El símbolo material de la Jefatura del Estado Español entre el 14 de abril de 1931 y el 1 de abril de 1939 se cederá para ser exhibido en la exposición «Azaña: intelectual y estadista. A los 80 años de su fallecimiento en el exilio». Será la primera vez que abandone Elda, desde que llegase a la capital del Medio Vinalopó en el año 2007 de la mano de José Francisco Alonso, el presidente de la Liga Pro-Derechos Humanos que fue fundada por el propio Azaña en 1913. A esta entidad cedió el histórico bastón en 1990 la viuda de Azaña, María Dolores de Rivas Cherif, exiliada en México. La organización la restauró y la entregó al presidente de la República de Portugal, Jorge Sampaio, que la custodió mientras estuvo al frente del país entre 1996 y 2006. Al término de su mandato la devolvió a la Liga Pro-Derechos Humanos y su responsable decidió entonces donarla a Elda por haber sido escenario del final de la II República tras la victoria de Franco en la Guerra Civil. De este modo recaló en la capital zapatera, a pesar de que había sido solicitada por las Cortes Generales, el Ministerio de Defensa y el Ateneo de Madrid e Izquierda Republicana.

Para el alcalde Rubén Alfaro «es un verdadero honor que un símbolo como la vara de mando de Manuel Azaña, vinculado ya a nuestra ciudad, esté presente en una exposición tan importante». El primer edil ha destacado, asimismo, que «la solicitud que hemos recibido supone un reconocimiento oficial a un objeto cargado de simbología y que forma parte del patrimonio cultural e histórico de Elda, sede del último Gobierno de la Segunda República, y un reconocimiento también a la importancia que tuvo nuestra ciudad en los últimos días de la Guerra Civil. Sin duda, es una puesta en valor y un impulso para la promoción de la localidad como escenario de unos momentos cruciales de nuestro país».

De 93 centímetros de largo y 1,5 de diámetro, está elaborada con madera, resina imitación de carey, metal y fibra textil. Su empuñadura es dorada y contiene la inscripción «M», de «Manolo», como le gustaba que le llamaran.

Trayectoria

La muestra pretende proporcionar una imagen completa de la figura del homenajeado en su dimensión humana, intelectual y política, haciendo especial hincapié en su papel como ministro, jefe del Gobierno y presidente de la República, su condición de escritor y periodista de prestigio así como las duras condiciones de su exilio, que concluyó con su muerte el 3 de noviembre de 1940 en la ciudad francesa de Montauban. La exposición, que tendrá como escenario la Sala Jorge Juan -el ilustre científico de Novelda- de la Biblioteca Nacional, realiza un recorrido cronológico para entender la trayectoria de Azaña en diferentes periodos: su infancia y juventud en Alcalá de Henares y su posterior desarrollo en Madrid.

La exposición permanente de la vara de Azaña en una vitrina instalada en el vestíbulo del Consistorio eldense se realizó en abril de 2018 con Rubén Alfaro en la Alcaldía. El acto fue presidido por Rodríguez Zapatero y también estuvo presente la consellera Bravo y el exalcalde Azorín. Desde entonces el símbolo que marca una etapa de la democracia española «está a la vista de todos». Solo ha salido una vez del Ayuntamiento. En junio de 2019 para que Alfaro la recibiera en su segunda investidura como alcalde de manos del entonces concejal de Vox, que era el de mayor edad. Paradojas de la historia.

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