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¿Y ahora qué?

Un mes transcurrido, 24 días de intensos trabajos con 9 sondeos realizados, y el resultado es la paralización y la suspensión de los mismos

El lunes 10 de agosto se abrió la puerta de la esperanza para los familiares de los 26 fusilados por el régimen franquista tras el final de la Guerra Civil. Ese día se iniciaron los trabajos de excavación de la fosa del cementerio de Monóvar, donde se creía que se encontraban los restos de sus cuerpos.

Las lágrimas y las sonrisas de los familiares se mezclaron con la presencia de las autoridades autonómicas y locales, que tras más de 80 años, iban a intentar reparar una injusticia que sus predecesores ni quisieron, ni lo intentaron.

Un mes transcurrido, 24 días de intensos trabajos con 9 sondeos realizados, y el resultado es la paralización y la suspensión de los mismos. En todo este tiempo se ha pasado de la euforia a la decepción más completa, con la sensación de que nadie sabe lo que va a pasar a partir de ahora. Y si se sabe, alguien tendrá que decirlo, sobre todo a los familiares.

Buscar responsables no sirve para nada, ya que en este momento la situación es la misma que antes del 10 de agosto. Que alguien ha actuado a la ligera, sí podemos decirlo. No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo y en este caso algunos han actuado de charlatanes.

Ahora se podrán criticar muchas cosas. Que se iniciaron los trabajos sin tener una localización aproximada del lugar de la fosa o de las fosas. Que la documentación en la que se basaron para la localización se basaba en datos muy genéricos y poco concretos. Que a lo largo de las excavaciones empezaron a valorar el obstáculo que podría representar la construcción de 1990 de unos bloques de nichos en el lugar donde se creía que estaba la fosa. Y por último, una vez ya suspendidos los trabajos de excavación, se conoce que a finales de la década de 1980 en la zona de búsqueda, el cementerio civil, se realizaron trabajos de movimientos de tierra.

Seria de justicia que las autoridades actuales, que basándose en la Ley de Memoria Histórica intentaron recuperar la dignidad de estos 26 fusilados, intenten dar una explicación pública de lo que ha pasado y, sobre todo, de lo que va a pasar a partir de hoy.

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