Aprender de las catástrofes para combatirlas en el futuro. Con ese objetivo Iberdrola ha desarrollado un plan específico destinado a garantizar el suministro eléctrico en situaciones climatológicas extremas, como la devastadora DANA que azotó la provincia en septiembre de 2019. Para ello, la compañía usará drones, adaptará su flota de vehículos e instalará sistemas automáticos de suministro eléctrico en las zonas con mayor riesgo de sufrir inundaciones.
Esta semana se cumple un año de la irrupción de la gota fría que causó cuantiosos daños en las comarcas alicantinas, con especial incidencia en la Vega Baja, donde las abundantes lluvias provocaron inundaciones y destrozaron numerosas infraestructuras. Pese a las circunstancias climatológicas adversas, la red eléctrica de i-DE, la compañía distribuidora de Iberdrola, aguantó la embestida. Las actuaciones de urgencia realizadas en campo, coordinadas desde el centro de control de Alicante, junto al mallado de la red y el buen comportamiento de los sistemas de inteligencia y automatización instalados en los últimos años, permitieron que la mayor parte de los clientes afectados recuperaran el suministro eléctrico en menos de 30 minutos.
La principal dificultad a la que el personal de la compañía se enfrentó para subsanar las incidencias en la red, tanto durante el temporal como en los días posteriores, fue el difícil acceso físico a las instalaciones. Cabe recordar que muchos caminos y carreteras se encontraban cortados, y las calles de algunas localidades permanecieron anegadas de agua durante varios días. Estos problemas, junto al análisis detallado de las diferentes situaciones a las que se tuvieron que hacer frente, concluyeron en un plan de acción de i-DE en base a las lecciones aprendidas tras el temporal.
Entre las medidas que ya se han adoptado, para minimizar el impacto de futuras catástrofes, destacan las mejoras en el diseño técnico de las instalaciones así como el uso de la analítica de datos para mejorar la predicción de eventos climatológicos. También se están llevando a cabo actuaciones para aumentar la capacidad de respuesta operativa ante este tipo de situaciones. Medidas concretas que han permitido avanzar en la organización y gestión de recursos propios y externos, mejorar la logística y los medios disponibles así como desarrollar los sistemas de información de la red de distribución con herramientas que incluyen datos históricos sobre zonas inundables.
Para solventar los inconvenientes de acceso a determinadas zonas en situaciones de emergencia se ha alcanzado un acuerdo con compañías especializadas en drones que cuentan con diferentes proveedores locales. Con el uso de drones se conseguirá revisar a distancia, y de forma rápida, la situación en la que se encuentran las instalaciones y las posibilidades de acceso y necesidades de reparación.
Mapas de zonas inundables
En cuanto a la logística, la compañía ha desarrollado un plan piloto de adaptación de una decena de vehículos de su flota en la zona para circular con ellos con mayor seguridad en caso de inundaciones y, de este modo, aumentar las posibilidades de movilidad en circunstancias extremas. Los vehículos han mejorado su maniobrabilidad al incorporar elementos técnicos, como el uso de cabrestantes y neumáticos específicos, el refuerzo de las suspensiones y la incorporación de kits de elevación de diferenciales y admisiones. Otro importante avance ha consistido en actualizar el sistema de gestión de la red de distribución de i-DE a través de los mapas de zonas inundables del Ministerio para la Transición Ecológica. Una valiosa información que permite detallar las zonas inundables a 10, 50, 100 y 500 años vista, por lo que facilita los trabajos de planificación de la red en las zonas con riesgo de acceso físico del personal y priorizar la instalación de sistemas de automatización. No obstante, estas actuaciones se suman a otras actividades en otros ámbitos, como es el caso de la estrecha colaboración con la Secretaría Autonómica de Seguridad y Emergencias, para anticipar y coordinar los trabajos y medios destinados a recuperar el suministro eléctrico y, en caso necesario, a la posible reconstrucción de las instalaciones dañadas.
