Todo 9 d’Octubre es una oportunidad para defender un modelo territorial que apuesta por el desarrollo social. Toda celebración territorial tiene sentido en la medida que nos compromete a seguir luchando por aquellos valores que a lo largo de la historia nos ha hecho como somos: la justicia, la solidaridad, la igualdad y la democracia.

Todo ello traducido en un desarrollo social y económico asentado en la igualdad de oportunidades, en un modelo de Estado que acompañe a todos en sus necesidades y proyectos, que convierta las orillas de la sociedad en lugares intransitables, puesto que todos y todas tenemos el derecho reconocido y real de circular por la vía principal.

Estos logros, que deben ser defendidos de manera constante y continuada, es lo que ha hecho que la Comunidad Valenciana tenga sentido, sin que pierda ˗ni por un segundo˗ la sensibilidad hacia aquellos que menos tienen y más necesitan. Así, juntos a lo largo de la historia, hemos creado y generado esta Comunidad Valenciana.

Donde Villena reclama su posición estratégica en un vértice de lo que hoy es nuestra comunidad, a la par que reivindica la capitalidad comarcal, abandonada durante muchos años, siempre de la mano y mirándonos a los ojos del resto del poblaciones del Alto Vinalopó. Nosotros, nuestra ciudad de Villena así como nuestra comarca, debe aprovechar este 9 d’Octubre como un elemento esencial para anclarnos a la Comunitat, para ser y sentirnos parte de esta tierra, de esta comunidad.

Somos el cruce de culturas que han conformado nuestra Comunidad donde han coincidido pensamientos distintos e identidades y sensibilidades diferentes. De esta manera queremos ser y somos el ancla de los valencianos y valencianas en otros territorios, somos su cabeza de puente, su nexo de unión. Y lo somos sin dejar de ser valencianos, más bien al contrario. Orgullosos de nuestra forma de ser, convencidos del valor que tienen las tierras fronterizas, siendo de aquí y mirando siempre hacia allá.

Imagen del castillo de Villena, emblema de la ciudad.

Esa ha sido siempre la fuerza de Villena. Fuerza que nuestros hombres y mujeres han sabido canalizar en el siglo XXI una nueva agricultura, respetuosa con el medio, de gran calidad, con fuerte potencial exportador, que recupera zonas de cultivo, que crea riqueza social y puestos de trabajo. Que eleva el sello de la Comunidad Valenciana en este ámbito.

Pero no sólo eso. Villena ha permutado su tradicional industria zapatera que resiste en este mundo superglobalizado, hacia un mix industrial con importantes empresas tecnológicas e industria innovadora. Esto, también es parte de la Fortaleza Mediterránea que representamos para el conjunto de la Comunidad Valenciana.

«Queremos ser y somos el ancla de los valencianos y valencianas en otros territorios, somos su cabeza de puente, su nexo de unión».

Más aún. Villena dispone de un fuerte tejido comercial al modo tradicional mediterráneo, circunscrito a las calles y plazas de su casco urbano. Que sabe ser tradicional sin ser antiguo, que innova, que se adapta a los nuevos sistemas de comercialización, que compite con las grandes plataformas tecnológicas, que se apoya en una de las asociaciones de comerciantes más punteras y avanzadas de toda la Comunidad Valenciana. Una forma de relación muy vinculada al trato humano, a la relación personal, al contacto directo. Y en el que se conjuga con una vida cultural de primer nivel. Villena es el polo cultural de este vértice de la Comunidad, rico en patrimonio histórico, en oferta de las diferentes disciplinas artísticas, gracias al Teatro Chapí y a nuestra la Casa de la Cultura que programan a gran altura. 

Villena ha permutado su tradicional industria zapatera que resiste en este mundo superglobalizado, hacia un mix industrial con importantes empresas tecnológicas

Y además, Villena, mi Patria Chica, debe y quiere ser el nudo de conexión del Mediterráneo con el mundo. Nuestra conexión ferroviaria, nuestro vínculo con la Alta Velocidad, el futuro trazado del Corredor Mediterráneo, la autovía hacia el centro peninsular y Valencia. Todo ello nos convierte en el punto neurálgico del futuro Puerto Seco y Zona de Actividades Logísticas (ZAL) que permita vertebrar el sur de la Comunidad con el eje Puerto y Aeropuerto de Alicante-Elche. Todo para convertirnos en un polo de atracción de inversiones que nos permita a los valencianos, a la provincia de Alicante, no perder el tren de una de las actividades que condicionan la nueva economía del siglo XXI: la distribución logística.

En el 9 d’Octubre más anómalo y complejo, tenemos que cerrar filas los valencianos y valencianas. Tenemos que ser esa Fortaleza que mire al futuro. En Villena lo queremos ser, no por nuestros monumentos históricos, sino también por el esfuerzo y tesón que hombres y mujeres ponen día a día para hacerlo posible. Esa es nuestra fuerza colectiva, nuestra Fortaleza.