El Ayuntamiento de Elda busca fondos en la Administración central y autonómica para acondicionar las calles históricas que circundan el palacio condal. La mejora del entorno urbano del castillo, en pleno casco antiguo, es una vieja reivindicación de los vecinos de una zona que ha sufrido una acelerada degradación en las cinco últimas décadas. Casas en ruina, solares abandonados y calles deterioradas conforman una decadente imagen que el equipo de gobierno quiere revertir. Para ello se está explorando la posibilidad de acogerse a las Ayudas a la Regeneración y Renovación Urbana y Rural del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021. Los llamados fondos ARRU que tienen por naturaleza financiar la realización conjunta de obras de rehabilitación en edificios y viviendas, de urbanización o reurbanización de espacios públicos y, en su caso, de edificación en sustitución de edificios demolidos dentro de ámbitos de actuación previamente delimitados para la regeneración y renovación de un área urbana. Su finalidad es mejorar los tejidos residenciales y recuperar funcionalmente conjuntos históricos, centros urbanos, barrios degradados y núcleos rurales. En este caso el Ayuntamiento de Elda quiere plantear una intervención integral sobre las cuatro calles que rodean la fortaleza y que en peor estado de conservación se encuentran. Son concretamente Espoz y Mina, Ramón y Cajal, Virtudes y Clérigos.
Como se sabe, el palacio condal se encuentra inmerso actualmente en un proceso de restauración para que pueda ser visitable en el año 2022. El Ayuntamiento quiere impulsar su rehabilitación para darle un uso turístico, cultural, comercial y festero que permita, a su vez, revitalizar un barrio en decadencia. Los vecinos consideran que el monumento y su entorno poseen un enorme potencial que la ciudad está desaprovechando mientras la zona se degrada. Por eso llevan años reclamando que se acometan las obras necesarias para derribar las viviendas ruinosas que afean su amplio entorno y se acondicione, tanto el interior como el exterior de la fortificación, que fue construida entre los siglos XII y XIII, para que pueda acoger eventos públicos de todo tipo. Entre ellos las Embajadas de las fiestas de Moros y Cristianos, mercados medievales y costumbristas, conciertos, exposiciones, congresos históricos, rutas gastronómicas y visitas guiadas.
Con ese mismo fin se presentó en marzo el Plan Director del Castillo de Elda tras cinco años de estudios por parte de un grupo de expertos de diferentes disciplinas. Son más de 800 páginas con figuras, fotografías, planos y documentos cartográficos. Una herramienta técnica, de presente y futuro, para la recuperación y puesta en valor del monumento en diez fases de actuación arquitectónica y arqueológica. Pero de nada servirá desarrollarlas si el entorno de la fortaleza sigue ofreciendo la imagen que ofrece.
APUESTA MUNICIPAL POR EL TURISMO HISTÓRICO Y CULTURAL
El gobierno local quiere abrir la fortaleza al público en 2022 tras permanecer diez años cerrada por los derrumbes
El gobierno de Rubén Alfaro quiere hacer visitable el castillo en un plazo de dos años. «La restauración del palacio condal es uno de nuestros grandes objetivos en materia de Patrimonio Histórico y, además, es fundamental también en nuestro Plan de Revitalización del Centro Histórico». Por ese motivo, además de la aprobación del Plan Director del Castillo, en el presupuesto de 2020 se han incluido 112.000 euros para la rehabilitación. De hecho, las obras de recuperación del antemural finalizarán este mes y la reconstrucción del arco del acceso se adjudicarán en unos días. El Ayuntamiento también pretende acogerse al «1,5% Cultural» del Gobierno central para reunir más fondos que permitan avanzar en la restauración. El primer edil ya indicó en su visita al castillo el mes pasado que «Elda cuenta con patrimonio para apostar por el turismo histórico y cultural». Impulsar el yacimiento arqueológico de El Monastil es otro de los retos.