Un día después de que Rubén Alfaro promulgara el bando con las nuevas medidas anti-covid, la vida seguía dentro de la nueva normalidad en Elda. Gente paseando, colas en el banco, clientes en el mercado, y cafés y cervezas en las terrazas de los bares. Todos con mascarilla y con más incertidumbre que miedo. «Esto va a más pero tenemos que acostumbrarnos y seguir viviendo. Ahora ya no tenemos el miedo de marzo ante algo tan desconocido. Ahora el miedo es que se nos ha fastidiado a todos el trabajo y, como no encuentren pronto una solución, muchas personas lo van a pasar muy mal para poder llegar a final de mes». Son algunas de las opiniones recabadas a pie de calle entre eldenses de diferentes barrios y de 22 a 68 años. Entre ellos María Teresa Carratalá, Paola Bernal, Nicolás Cabrera, Rosa Valero, José Alberto Cerdá, Joaquín Amat y Mila García.

Elda acepta las restricciones

Las restricciones -muchos desconocían ayer en qué consisten- han sido aceptadas con resignación por la mayoría. Entre otros motivos porque no suponen un gran cambio. Muchos de los encuestados pedían incluso más recortes y entonaban el «mea culpa» porque durante el verano se produjo un relajamiento general en las medidas de prevención. «Esto fue la jauja cuando acabó el confinamiento. Parecía que no había pasado nada y ahora nos toca ponernos las pilas otra vez».

Elda acepta las restricciones

Elda acepta las restricciones

Demasiados encuentros sociales, celebraciones, botellones y fiestas privadas en casas, chalés y cuartelillos. Precisamente el 80% de los nuevos contagios en Elda tienen un origen social privado. Quizá por eso aumentan las voces reclamando un mayor control policial en los cuartelillos y en las zonas donde se suelen reunir los jóvenes. El Sector 9 entre otras. También piden «mano dura» para quienes fumen donde no deben y para las terrazas de los bares, cafeterías y restaurantes que no respeten las medidas de distancia entre los clientes. Pero apelan, sobre todo, a la conciencia social. «Si hubiéramos llevado todos más cuidado las nuevas medidas no serían necesarias». Los eldenses reclaman test PCR para todos y atención médica personalizada. Se quejan de que tienen que llamar «mil veces» para hablar con el médico. Temen que ahora que llega la época de las gripes y resfriados se confundan con el covid y todo empeore. «El virus solo se termina con la vacuna y mientras llega, la única forma de frenarlo somos nosotros. Pero si no lo hacemos tendrán que hacerlo otros y confinarnos de nuevo».

Elda acepta las restricciones

La decisión de la vecina localidad de Petrer -forma una conurbación con Elda- de no adoptar ninguna restricción también ha generado críticas. «Si actúan así en Elda y no hacen lo mismo en Petrer todo esto no va a servir de nada. Si cierran los juegos infantiles en Elda la gente se subirá a Petrer y el virus continuará propagándose».

Al complicarse la situación muchos padres se enrocan en su decisión de no llevar a sus hijos al cole. Por eso el absentismo escolar se ha disparado con 246 casos graves desde el inicio del curso. Otra consecuencia del coronavirus.