Los trabajos de acondicionamiento y mejora de las calles Ramón y Cajal y Vereda de Aspe han permitido desenterrar el acceso a uno de los dos refugios antiaéreos que se construyeron en el casco urbano durante la Guerra Civil. Concretamente, lo que los obreros han localizado al realizar una zanja en la calle Vereda es la entrada y respiradero de este refugio. El otro también fue excavado en el subsuelo y se encuentra situado en el perímetro del Mercado de Abastos. Pero la excavación ha sido sellada, de forma provisional, para evitar su deterioro y poder darle continuidad a las obras de remodelación de las calles Ramón y Cajal y Vereda. En esta zona ya apareció hace un mes un cementerio islámico frente a la propia puerta de las viviendas.

Los expertos ya sabían que este enclave subterráneo destinado a proteger a la población civil en caso de bombardeo se hallaba ubicado entre las calles Vereda y Sol. Sin embargo se desconocía la existencia de la entrada que ha salido ahora a luz con los trabajos.

El alcalde Antonio Puerto ya mantuvo una reunión con el director territorial de Memoria Democrática de la Generalitat, Iñaki Pérez; el cronista oficial de la Villa de Aspe, Gonzalo Martínez, y el arqueólogo Felipe Mejías para acordar las directrices destinadas a la conservación de los refugios antiaéreos de Aspe. Con tal fin se elaboró una memoria descriptiva y valorada que se remitió a la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática junto a la solicitud para obtener una subvención con la que poder realizar un estudio de geolocalización. A través del mismo se podrá tener un conocimiento exacto de las dimensiones y ubicación de los túneles así como de su estado de conservación. La ayuda fue concedida y el próximo mes comenzarán los estudios.

La subvención concedida al Ayuntamiento, para poder acometer los trabajos de prospección geofísica y documentación arqueológica e histórica sobre los dos refugios construidos entre los años 1936 y 1939, se eleva a la cantidad de 3.800 euros.