La muerte de un niño de Petrer que acudió cinco veces a urgencias médicas en un intervalo de cuatro días por un fuerte dolor de estómago va a ser investigada judicialmente. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Elda, que estaba de guardia cuando el pequeño de ocho años perdió la vida, ha abierto diligencias previas después de que la familia se personara en la sede judicial, una vez que se produjo la muerte, para solicitar que se le practicara una autopsia forense. El juez de guardia aceptó la petición y así decidió acordarlo, aunque no hay investigados ni, de momento, consta denuncia expresa contra nadie. Se está, por tanto, a la espera de conocer el informe del resultado definitivo de la autopsia.

El Departamento de Salud de Elda ha emitido un comunicado «lamentando profundamente el fallecimiento del menor y poniéndose a disposición de la familia para colaborar en el esclarecimiento de los hechos que han desembocado en tan triste suceso». Desde que la dirección médica del Hospital General Universitario de Elda tuvo conocimiento de los hechos, ha recabado toda la información clínica para aclarar las circunstancias que derivaron en el fallecimiento del niño. «Los resultados de esta investigación contribuirán a esclarecer las causas de este fallecimiento», se asegura en el comunicado.

El Servicio de Pediatría del Hospital de Elda ya ha facilitado a la familia todos los informes clínicos que ha solicitado procedentes de los servicios de urgencia del centro de salud de Petrer y del Hospital de Elda. No obstante, desde la dirección médica se advierte de que la autopsia del pequeño se ha realizado en el Instituto Anatómico Forense de Alicante, por lo que el centro hospitalario no conoce su resultado.

Tal y como este diario adelantó ayer, el pequeño Aitor era un niño sano, feliz y muy querido que estudiaba en el colegio La Foia de Petrer. Pero en menos de una semana perdió la vida tras ser atendido por diferentes médicos. Así lo explica su madre Marta Gonzálvez Alba -en realidad es su abuela pero lo ha criado desde que era un bebé tras asumir su patria potestad- en un vídeo de seis minutos y medio que grabó justo un día después de enterrar a su «ángel», y que se ha hecho viral tras ser compartido más de 26.000 veces y superar ya las 400.000 reproducciones en una semana.

En su desgarradora intervención Marta se queja, sobre todo, de que ninguno de los diferentes médicos que atendieron a su pequeño llevó a cabo las pruebas necesarias para determinar la patología que presentaba. Asegura que no le realizaron ni una ecografía ni una analítica de sangre. Por eso clama para que se haga justicia. «No lo hago por darle pena a nadie. No lo hago por dinero. No quiero nada. Solo quiero que mi hijo no sea un número más. Que se haga justicia con mi hijo y que me digan que se equivocaron. Con eso ya me sobra aunque nunca me van a quitar el dolor ni la pena», afirma entre lágrimas con profundo dolor.

El óbito se produjo en la mañana del pasado miércoles 28 de octubre pero desde el sábado anterior el pequeño presentaba un cuadro continuado de vómitos y se quejaba de un dolor tan agudo de estómago que le dificultaba incluso la respiración. Será la autopsia la que determine si su muerte pudo haberse evitado.