El Ayuntamiento Aspe y el grupo Global Omnium han activado un servicio de alerta temprana por medio de la detección de covid-19 en las aguas residuales de la población. El estudio busca conocer la evolución de los contagios en cada zona del casco urbano con el fin de tomar medidas, lo antes posible, para frenar la trasmisión del virus. De hecho, con este sistema se puede prever, con hasta diez días de antelación, el incremento de nuevos contagios. Para ello cada semana se toman muestras en seis puntos diferentes -en el colector general y en cinco sectores de la población- que posteriormente se analizan en el laboratorio porque el coronavirus permanece en las heces y, de este modo, se puede establecer unos parámetros indicativos de su mayor o menor incidencia.

Los resultados obtenidos se han presentado este jueves en el Ayuntamiento de Aspe y reflejan un incremento de la presencia del virus después del puente festivo de los días 9 y 12 de octubre y una bajada en esta primera semana de noviembre. Así lo ha indicado el epidemiólogo Raimundo Seguí, que también ha explicado que el sistema implantado en Aspe permite, asimismo, localizar el origen de las personas que pueden estar generando una cadena de trasmisión del covid-19.

Por su parte el alcalde, Antonio Puerto, ha destacado que la toma de muestras en la residencia de ancianos y el centro de discapacitados ha ofrecido los datos de presencia del virus más bajos de toda la población.