El cementerio de los siglos XIV al XV encontrado en pleno casco urbano de Aspe, junto a las puertas de acceso de las actuales viviendas, sigue creciendo a medida que avanzan los trabajos arqueológicos. A las 60 tumbas excavadas desde finales de septiembre se sumarán otras 20, que se han localizado recientemente en el tramo de la calle Ramón y Cajal próximo a la calle San Luis. Una cifra que, no obstante, podría aumentar en las dos próximas semanas, que es el período previsto para finalizar la intervención siempre y cuando no surja ningún contratiempo. Además, esta misma semana se han exhumado otros cuatro enterramientos, con similar ritual islámico, entre la calle Conde y la avenida Barítono Almodóvar, en el vial paralelo a Ramón y Cajal.

En virtud de las prospecciones llevadas a cabo en la zona es muy probable que el número de tumbas, tal y como ya anunciaron hace dos meses los arqueólogos responsables de la intervención, alcance el centenar. Según explicaron entonces Eduardo López Seguí y Francisco Molina Mas, arqueólogos de Alebus Patrimonio Histórico, los cadáveres extraídos -tanto de adultos en su mayoría como de algún infantil- están en posición de cúbito lateral derecho y tienen la cabeza orientada hacia La Meca. Fueron inhumados desnudos, portando uno o varios sudarios, pero sin joyas ni otro tipo de objetos que permitan datar el hallazgo. De hecho, hasta el momento solo se ha encontrado una moneda pequeña y otro fragmento de moneda, así como un anillo completo de bronce. Todos estos elementos recibirán trabajos de restauración en breves fechas.

Las fosas aparecen perfectamente alineadas y ordenadas siguiendo el patrón de enterramiento islámico. En este caso caracterizado por ser en covacha tapiada de adobes en cuyo interior se depositaba el finado.

Las excavaciones arqueológicas continuarán durante las dos próximas semanas. ÁXEL ÁLVAREZ

La necrópolis se localizó durante las obras de reurbanización y renovación de servicios de las calles Ramón y Cajal y Vereda. El proyecto de mejora de ambas calles fue aprobado por el Ayuntamiento el año pasado para adaptarlas a los criterios básicos del plan de acción comercial. Y ello con el objetivo de mejorar la circulación y la accesibilidad peatonal renovando también el mobiliario urbano. La actuación, presupuestada en 567.000 euros y cofinanciada por la Diputación, va a superar los siete meses inicialmente fijados. Pero antes de proceder a sellar los enterramientos, los responsables de la excavación tendrán que elaborar una memoria documentada y fotografiada que deberán entregar en un plazo máximo de dos años, junto a los materiales descubierto y los cadáveres exhumados, al Museo Histórico de Aspe. Su directora, María Berná, explicó anoche a este diario que la necrópolis localizada en pleno casco urbano ocupaba una gran extensión de terreno, lo que le confiere una destacada entidad. Pero no es la única necrópolis descubierta en Aspe. En la calle La Cruz y adyacentes también se sacaron a la luz, años atrás, numerosos enterramientos islámicos.