El problema de insalubridad en el edificio municipal que alberga el cuartel de la Guardia Civil de Elda, situado en la céntrica calle Lamberto Amat, contiguo a la Comisaría de Policía Nacional, sigue sin solucionarse. Este edificio, a excepción de una pequeña parte de la entrada donde se encuentra el servicio de Intervención de Armas de la Guardia Civil, se encuentra prácticamente abandonado y ausente de mantenimiento, lo que con el tiempo ha provocado un deterioro importante, presentando en estos momentos grietas estructurales y agujeros en los tejados además de dar cobijo a numerosos animales potencialmente transmisores de todo tipo de enfermedades, como pueden ser las ratas y las palomas.

Junto a ese edificio se encuentra la Comisaría de Policía Nacional de Elda, cuyos funcionarios deben soportar que los alfeizares de las ventanas estén totalmente cubiertos por excrementos de palomas, o que en el patio interior de la Comisaría no sea extraño encontrarse palomas muertas siendo devoradas por las ratas. Cabe recordar que además de los funcionarios de Policía, al interior de la Comisaría también acceden ciudadanos del municipio y de otros colindantes, tanto para realizar trámites en la propia comisaría, como para la expedición del DNI, que tiene su sede en el mismo edificio, por lo que no solo afecta a los agentes sino también a toda la población y, tanto, a la Salud Pública.

Las partes implicadas, el Ayuntamiento de Elda como propietario del inmueble, la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante como usuaria del inmueble, y la Subdelegación de Gobierno en Alicante como máximo representante son conocedores de estos hechos. De hecho, el problema lleva sobre la mesa algunos años pero siguen sin darle una solución alegando que la responsabilidad recae en cualquiera de los otros actores, "pasándose la pelota unos a otros cual patata caliente, sin dar ninguna importancia a los riesgos que este foco de insalubridad", se dice desde Jupol.

"Mucho se ha hablado de las intenciones de trasladar la Intervención de Armas de la Guardia Civil a otro emplazamiento y de convertir el edificio en un espacio cultural. Pero al final todo queda en palabras vacías para apaciguar las denuncias en prensa y dar una patada al problema hasta que vuelva a presentarse. En este punto, es importante recordar que los excrementos de las palomas, principal problema -pero no únicoque nos encontramos con el estado de este edificio, son foco de contagio de enfermedades como pueden ser la Histoplasmosis, Clamidiosis, Salmonelosis, Alveolitis alérgica, Neumoencefalitis, Listeriosis, Tuberculosis aviar, Fiebre paratifoidea, Aspergilosis, Criptococosis, Toxoplasmosis o Psitacosis entre otras.

Medidas inmediatas

Por este motivo, desde el sindicato JUPOL se advierte de que no se van a quedar de brazos cruzados ante la inacción de todas las partes implicadas, que deja desamparados a los policías y a los ciudadanos que han de acudir a éstas dependencias, exponiéndolos innecesariamente a una serie de enfermedades como las arriba referidas, así como posibles riesgos estructurales del propio inmueble y a la imagen y el olor nauseabundos de un lugar repleto de heces de palomas y en ocasiones el espectáculo de ver alguna paloma muerta siendo devorada por las ratas.

Por ello esta organización sindical ha remitido escrito a todas las partes implicadas solicitando que, de manera urgente, tomen medidas en este asunto y den solución de una vez por todas a un problema que, de no solucionarse, podría devenir en patologías médicas o accidentes graves, y sobre lo que estas partes implicadas deberán responder ante las instancias correspondiente sobre su posible responsabilidad de acuerdo con el Real Decreto 2/2006 y le Ley 31/1995 de prevención de riesgos laborales.

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