Los continuos apagones que sufre el Parque de Bomberos de Villena están obligando a sus efectivos a utilizar las linternas del trabajo y emplear alargaderas para poder iluminarse mientras están de guardia. Los cortes en el suministro eléctrico se mantienen de forma intermitente desde hace tres semanas y tienen su origen en la sobrecarga de la red debido, fundamentalmente, a los enganches ilegales para suministrar luz y aire a las plantaciones de marihuana que se ocultan en las viviendas del conflictivo barrio de San Francisco, al que se conoce coloquialmente como El Poblao.

El Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante ha elevado sus quejas a las autoridades solicitando una inmediata solución del problema. Se está comprometiendo la rapidez de las intervenciones de los bomberos y, por tanto, la eficacia del servicio. Cabe destacar que en caso de incendio o accidente tardar dos minutos más o menos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.

Los apagones han llegado a afectar a toda la base y durar varias horas, sobre todo de noche, pero lo habitual es que inutilicen una de las dos fases que abastecen de electricidad a toda la instalación. En estos casos la falta de suministro afecta a la cocina, la oficina del cabo, las comunicaciones de emergencia y la zona donde se encuentran los camiones. Pues bien, para suplir este problema los bomberos están empleando las linternas del trabajo para poder cocinar y han tenido que instalar alargaderas, desde la fase eléctrica que se mantiene activa hasta la que está inoperativa, para poder recargar la emisora y los teléfonos portátiles, el ordenador del servicio y el surtidor de gasoil y aire que abastece a los vehículos de emergencia.

Pero, tal y como este diario adelantó, el Parque de Bomberos de Villena ya sufrió a finales de octubre otro episodio violento. A pedradas y palos. Así la emprendió un grupo de desconocidos contra la base en la madrugada de un martes. El ataque fue denunciado a la Guardia Civil y a primera hora de la mañana una patrulla acudió al lugar para iniciar las investigaciones. Los impactos de algunas de las decenas de piedras y palos lanzados eran visibles en la fachada y también dañaron alguna ventana. Se sospecha de un grupo de adolescentes que a las diez de la noche comenzaron a tocar el timbre de la puerta principal. Los efectivos decidieron salir al exterior y la gamberrada cesó. Pasaron entonces a situación de guardia por si eran requeridos para llevar a cabo algún servicio urgente. Pero a las seis y media de la mañana se encontraron todo el recinto interior lleno de piedras y palos. Algunos de ellos muy cerca de la puerta de salida de los camiones y de los coches particulares.

Cabe recordar que esta base se trasladará a otros terrenos próximos al Centro Sanitario Integrado de Villena. Fue en febrero pasado cuando el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, anunció en la ciudad que este año empezarían las obras del nuevo parque de bomberos comarcal que se ubicará en una parcela municipal de la partida del Rubial. Pero el proyecto ya empieza con retraso.

Los bomberos abandonan por tanto El Poblao y la Conselleria de Justicia proyecta construir en un solar municipal del mismo barrio los nuevos juzgados de Villena. Una decisión que ha generado controversia y ha suscitado el rechazo de abogados, procuradores, funcionarios y Partido Popular.