Cinco días ha permanecido hospitalizada una vecina de Villena después de que tres menores de 14, 16 y 17 años le propinaran una brutal paliza en la calle La Leña, a escasos metros del castillo de la Atalaya. Los hechos ocurrieron a las cinco de la tarde del pasado miércoles cuando María Desiré Cerreto, de 42 años, trató de impedir que la emprendieran a golpes con su hijo, de 21 años, después de que éste hubiera recriminado un día antes a los menores su intención de acceder ilegalmente a una casa ubicada en la calle Buenavista. Al percatarse de que estaban forzando la puerta les llamó la atención y al día siguiente fueron a buscarlo con palos y piedras en compañía del resto de la familia. Antes de ser alcanzado huyó a la carrera y su madre intentó mediar, con buenas palabras, para calmar los ánimos y solucionar el conflicto. Pero uno de los menores -según consta en la denuncia- le propinó un fuerte empujón que la hizo caer de espaldas golpeándose la nuca contra el suelo. A pesar de quedar inconsciente siguieron golpeándola con patadas, palos y piedras mientras seis miembros adultos de la familia de los presuntos agresores contemplaban la escena sin inmutarse.

Fue una vecina quien presenció lo ocurrido desde su casa y llamó por teléfono a la Guardia Civil y Policía Local después de que los tres menores y sus familiares abandonaran el lugar dejando a la mujer sangrando en el suelo.

Cuando los agentes llegaron al lugar solicitaron rápidamente una ambulancia con la que la herida fue trasladada inicialmente al Centro Sanitario Integrado de Villena. Pero, ante la gravedad de las heridas que presentaba, se decidió desplazarla de urgencia al Hospital General Universitario de Elda donde permaneció 24 horas inconsciente.

Parte médico

El parte médico al que ha tenido acceso este diario deja patentes las consecuencias de la salvaje agresión sufrida por la víctima. Presenta varias fracturas en el cráneo. Una de ellas con un coágulo de sangre que le obligará a guardar reposo absoluto y otra abierta que tardará varios meses en cerrar. Tiene el pómulo y siete huesos del tímpano derecho rotos y le han tenido que operar del ojo izquierdo para reconstruirle la zona dañada con 25 puntos de sutura. La intervención quirúrgica duró dos horas y media y la realizó un especialista de la Unidad de Oftalmología del Hospital de Elda. En la exploración médica también le detectaron erosiones y cortes en diversas partes del cuerpo. Las secuelas todavía están por determinar pero, de momento, ha perdido la audición del oído derecho y sufre fuertes mareos que le impiden caminar sola. Esta misma semana volverá al Hospital de Elda a pasar nuevas revisiones y también le realizarán otro TAC para valorar la evolución del coágulo de sangre que tiene alojado en el cráneo.

La Guardia Civil detuvo a los tres menores el jueves por la mañana, un día después de producirse el violento episodio, pero al día siguiente fueron puestos en libertad por decisión de la Fiscalía de Menores de Alicante a la espera de que se celebre el juicio por lesiones graves.

«Salvajismo»

La hermana de la víctima, Ramona Cerreto, de 49 años, reclama un «castigo justo y ejemplar» para los agresores. «Son menores pero sabían perfectamente lo que estaban haciendo y se ensañaron con mi hermana con un grado de salvajismo mayor que si fueran adultos. Le han dado una paliza de muerte cuando ella solo intentaba evitar que le pegaran a su hijo. Únicamente les pidió que hablaran como personas civilizadas para solucionar el problema. Pero la respuesta vino sin mediar palabra alguna y fue darle una paliza que le va a dejar secuelas de por vida. Y mientras los menores la golpeaban con piedras y palos sus familiares -que son mayores de edad- no hicieron nada por evitarlo y se marcharon dejando a mi hermana tirada en el suelo desangrándose», ha indicado a este diario Ramona completamente indignada al conocer que los menores habían sido puestos en libertad tras ser detenidos.

Arrestan a tres menores okupas por dar una paliza a una mujer en Villena

Un barrio histórico en proceso de degradación

Las calles cercanas al castillo de la Atalaya de Villena, el monumento más emblemático de la ciudad y el enclave más atractivo para los turistas, se halla inmerso en un proceso de degradación urbana y social desde hace años. Así lo denuncian vecinos de la zona que piden soluciones al Ayuntamiento para regenerar un barrio pintoresco que domina el centro histórico. Las quejas van dirigidas al creciente número de casas ruinosas u ocupadas por residentes agresivos, a la proliferación de «negocios ilícitos» y al entorno insalubre por la acumulación de enseres y basuras.