Los vecinos del tercer bloque de viviendas sociales del polígono Almafrá de Elda están desesperados ante la situación de insalubridad que vienen sufriendo con especial intensidad desde hace cinco años. Las causas de la falta de higiene son varias pero la más importante es la plaga de palomas que anida en el edificio acumulando sus excrementos en balcones, repisas, ventanas, elementos comunes y mobiliario del inmueble. Aseguran los portavoces de la comunidad de propietarios de la calle Médico José Ferreira Quintana que, hasta la fecha, todas las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento para el control y captura de las palomas no han dado una solución efectiva al problema.

Las defecaciones de las aves también se acumulan en el interior de la escalera del edificio. | ÁXEL ÁLVAREZ

Las aves se introducen en los huecos de la construcción que quedó pendiente de rematar y, al ser animales de costumbre, regresan aunque parte de los ejemplares de la colonia sean capturados. Para los vecinos -son 48 pisos- la solución pasa por acometer obras de cerramiento de los espacios que las palomas utilizan para anidar. Una actuación que reclaman a la Generalitat Valenciana, como titular del inmueble, y a la empresa municipal Emudesa, como encargada de gestionar el cobro de los alquileres y los contratos de compraventa de los pisos. Pero desde Emudesa su actual director, Javier Rivera, ha explicado que las viviendas del polígono Almafrá se construyeron hace 28 años para albergar a los agentes de la Guardia Civil destinados en los cuarteles de Elda y municipios vecinos.

El sótano está pendiente de acabar y las tuberías de aguas residuales atraen a las ratas. | ÁXEL ÁLVAREZ

El proyecto inicial contemplaba un cuarto bloque y un aparcamiento subterráneo. Sin embargo ninguna de estas dos actuaciones llegaron a realizarse por recortes económicos y motivos de seguridad ya que ETA había utilizado ese tipo de infraestructuras para colocar coches bomba. Finalmente las cerca de 150 viviendas de los tres bloques se destinaron a trabajadores y los guardia civiles siguieron residiendo en los cuarteles. El espacio liberado inicialmente para albergar el aparcamiento se rellenó con escombros, convirtiéndose desde entonces en un foco de insalubridad donde proliferan las ratas ya que el colector de aguas residuales no está sellado y comparte el mismo espacio que la red de telecomunicaciones.

Las intervenciones realizadas para capturar a las palomas no han surtido ningún efecto. | ÁXEL ÁLVAREZ

Emudesa le ha trasladado este problema a la Generalitat pero la respuesta es siempre la misma: la garantía de diez años para exigir al constructor la subsanación de los defectos de la obra ha expirado sin que los vecinos hayan presentado ninguna reclamación. «Y respecto a la plaga de palomas hemos llevado a cabo varias intervenciones, y si es necesario haremos más, pero no podemos evitar que sigan acudiendo a estos bloques que, además, están junto a los descampados de la zona», ha comentado Rivera tras puntualizar que «el problema es comunitario y no municipal».

Síndrome de Diógenes

Otra de las cuestiones a las que aluden los vecinos es el insoportable hedor que emana del piso de un hombre mayor que padece el síndrome de Diógenes. En este caso Servicio Sociales ha intervenido para ingresarlo en una residencia pero la vivienda sigue llena de basuras de todo tipo. Emudesa ha solicitado a Sanidad que lleve a cabo una limpieza integral pero pasan las semanas y la intervención no se realiza. Y a todo ello se suma el alto índice de morosidad en el pago de las cuotas de la comunidad para afrontar los gastos comunes. Solo diez vecinos deben más de 12.000 euros. Una circunstancia que ha llevado, incluso, a suspender la limpieza de la escalera durante meses.