Recuperar los restos mortales de los fusilados tras la Guerra Civil y darles sepultura digna. Lo que no pudieron conseguir los hijos de los represaliados de la dictadura franquista es lo que quieren lograr sus nietos 82 años después. Con tal fin se han comenzado a agrupar en torno a la Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo del Cementerio de Alicante, un colectivo creado el 12 de septiembre de 2020 por personas de la Vega Baja y de otras comarcas que cada vez cuenta con más miembros procedentes de los municipios del Alto y Medio Vinalopó. Su objetivo es conseguir que la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática inicie el proceso de exhumación de las fosas de los fusilados del cementerio de Alicante.

Descendientes de represaliados del franquismo en el Alto y Medio Vinalopó en su primer encuentro en Elda. ÁXEL ÁLVAREZ

De momento, en el Alto y Medio Vinalopó pertenecen al colectivo familiares de cinco fusilados de Elda, tres de Monóvar, dos de Petrer, dos de Novelda, uno de Aspe, otro de Monforte y tres de Sax. Cifra a la que se suman decenas de descendientes de otras localidades alicantinas e, incluso, de fuera de la provincia a los que les ampara la Ley de Memoria Histórica. Todos tienen a sus seres queridos inhumados en fosas comunes del cementerio municipal de Alicante. Son concretamente veinte las que, según el historiador Ors Montenegro y la documentación aportada por el Ministerio de Justicia, se destinaron a sepultar a las 597 personas que fueron ejecutadas entre los años 1939 y 1945. La mayoría fusiladas en el cuartel de Rabasa y trasladadas al cementerio. Entre ellas figuran alcaldes socialistas y anarquistas, jueces y gobernadores, así como numerosos jornaleros, agricultores, maestros, militares, alpargateros y estudiantes. Tres de cada cuatro fusilados tenían menos de 45 años y en uno de los casos, una joven oriolana, sólo tenía 16 años cuando fue ejecutada.

Sin embargo, según la documentación oficial, solo consta la ubicación concreta de 407 represaliados. Del destino de los 190 restantes nada se sabe. Es probable que corrieran el mismo destino que el eldense Antonio Gisbert Miró, miembro de la CNT fusilado el 20 de junio de 1939 tras un juicio sumarísimo por parte de un tribunal militar.

El eldense Antonio Gisbert Miró, miembro de la CNT, fusilado el 20 de junio de 1939 tras un juicio sumarísimo. INFORMACIÓN

Su nieto Antonio Gisbert Pérez estuvo investigando por su cuenta para tratar de localizar la fosa donde podría estar enterrado. Pero después de muchas indagaciones hace dos semanas se llevó una enorme decepción. Con la posible intención de realizar unas obras de ampliación del camposanto, los cadáveres que había en la fosa donde yacía su abuelo se trasladaron al osario general. «Ya es imposible que pueda recuperar sus restos y cumplir con el deseo familiar de ofrecerle un acto de verdad, justicia y reparación. Pero prestaré todo mi apoyo al resto de descendientes para que puedan darle a sus abuelos el entierro digno que no tuvieron y para que, por fin, descansen junto a sus seres queridos. Será una forma de resarcir nuestro dolor», explica Antonio Gisbert quien, con tal propósito, se ha convertido en el enlace de la asociación desde el Alto y Medio Vinalopó. «Tenemos poco tiempo. Se ha empezado muy tarde a excavar las fosas del franquismo. Así que le pido a las familias afectadas que me llamen al teléfono 647 791 123 para unirnos y conseguir que la Generalitat Valenciana realice las excavaciones y las pruebas de ADN».

El alcalde de Elda entre 1936 y 1938, el republicano Manuel Bellot Orgilés, con su mujer y sus cuatro hijos. Fue fusilado el 11 de julio de 1939, a los 37 años, y enterrado en una fosa común del cementerio de Alicante.

El sajeño Manuel Lucas Alapañés, fusilado en marzo de 1941 y enterrado en una fosa del cementerio de Alicante. INFORMACIÓN

Según explica Gisbert, en el cementerio de Alicante hay enterradas 23 personas de Elda fusiladas entre 1939 y 1945. El total de asesinados en esta ciudad fue de 39 pero 16 fueron inhumados en Monóvar, Elda e incluso uno en Paterna y otro en Albacete. La fosa donde hay más eldenses es la número XI con 11 fusilados pero también los hay en las fosas XXII y XXIV. De Petrer ejecutaron a 18 y de Monóvar a 21, casi todos enterrados también en Alicante en una etapa negra de España que nunca debió producirse.

Una espera de 82 años para inhumar en Elda a su alcalde republicano

La Asociación de Represaliados cuenta a día de hoy en el Alto y Medio Vinalopó con una decena de miembros. Entre ellos Rafael Bernabeu Pérez, nieto de Santiago Bernabeu Aguado, fusilado el 15 de junio de 1939; Eloy Santos, nieto de Luis Santos Olcina, fusilado el 31 de mayo de 1939; Pilar Pastor, nieta del monovero Marcial Pastor Monzón; Manuel Lucas Ochoa, nieto del sajeño Manuel Lucas Alapañés, fusilado el 11 de marzo de 1941 y la eldense Bárbara Bellot, nieta de Manuel Bellot Orgilés, fusilado el 11 de julio de 1939, a los 37 años, por presidir la CNT y ser alcalde republicano entre 1936 y 1938.

Sus restos están en la fosa XI y su familia espera desde hace 82 años poder enterrarlo en Elda, la ciudad donde nació y a la que tanto amaba.

Panel con los nombres de todos los fusilados enterrados en el cementerio municipal de Alicante. INFORMACIÓN