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Jóvenes internos en la prisión de Villena fuerzan sus celdas para salir a jugar a las cartas

Los presos, que habían quedado en una celda para la timba, se habían fabricado con cubiertos de plástico unas ganzúas con las que consiguieron forzar la cerradura y abrir la puerta

Garita de vigilancia de la cárcel de Villena. CARLOS RODRÍGUEZ

La alerta se registró a medianoche del lunes en el módulo destinado a jóvenes de entre 18 y 21 años en la cárcel de Villena, según denunció ayer la asociación de trabajadores penitenciarios Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM). El funcionario que controlaba la seguridad del perímetro a través de las cámaras de seguridad vio para su sorpresa a uno de los internos deambular por los pasillos libremente. Una situación que no era para nada normal, ya que se supone que a las ocho de la tarde toda la población reclusa se queda encerrada en sus celdas.

Como estaba solo, avisó al jefe de servicio y llegaron refuerzos para realizar un recuento de emergencia. Momento en que confirmaron que había celdas que se encontraban vacías. En total, faltaban seis reclusos de los cerca de veinte que en esa noche se encontraban en dicho departamento.

Según relata la asociación, el personal ya se imaginaba lo peor y pensaba que tenían una fuga entre manos. Para su sorpresa, todos los desaparecidos se encontraban reunidos dentro de la misma celda como si estuvieran en un casino. Aunque eso sí, una sala de juego que no cumplía para nada los límites de aforo del covid, ya que las celdas tienen capacidad para un máximo de dos personas. Allí dentro, había un total de seis. Unos le daban al parchís y otros a las cartas.

Los internos que habían quedado en la celda se habían fabricado con cubiertos de plástico unas ganzúas con las que consiguieron forzar la cerradura y abrir la puerta. El siguiente paso fue el arriesgarse a ir saliendo para recorrer el pasillo de la galería para volver a introducirse en otra celda, en la que habían quedado esa noche para echar la timba.

El módulo en el que ocurrieron los hechos cuenta con una población reclusa con edades que oscilan entre los 18 y los 21 años.

Denuncia

Para la asociación, lo significativo del incidente que refleja lo que se ha convertido la prisión de Villena. «Una cárcel que fue considerada referente y una de las más seguras del país y que ha degenerado en un lugar sin orden ni disciplina, debido a una mala gestión por parte de la dirección.

Desde TAMPM se recordó que los funcionarios de prisiones siguen sin tener la consideración de agentes de la autoridad y se persiste con la situación de agravio salarial con respecto a los funcionarios de Cataluña con quienes tienen hasta 900 euros de diferencia en las nóminas. Para la asociación, sucesos como el ocurrido en el penal de Villena evidencia que la seguridad en las cárceles ha dejado de tener importancia para la actual administración penitenciaria.

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