El Ayuntamiento de Elda y las consellerias de Educación y Sanidad han mantenido contactos recientes para retomar el proyecto de construcción de un aparcamiento en los aledaños del Hospital General Universitario de Elda. La alternativa en fase de estudio es construir el nuevo aparcamiento del hospital comarcal sobre los 8.500 metros cuadrados de terreno que ocupa el abandonado centro de educación especial Miguel de Cervantes. Para ello la Conselleria de Educación deberá ceder a la Conselleria de Sanidad la titularidad de la amplia parcela donde construyó el colegio Miguel de Cervantes en la década de los 80. Es la fórmula administrativa acordada por ambas Consellerias para satisfacer una demanda de ámbito comarcal que se viene reclamando desde hace dos décadas. Desde la Generalitat Valenciana se asume la necesidad de crear esta instalación y se confirma la buena predisposición para acabar con este problema. No obstante, se advierte de que la actuación está dando ahora sus primeros pasos.

A través de esta fórmula el parking podría ser construido por la Conselleria de Sanidad y establecer un canon para que una empresa se haga cargo de su gestión y explotación. La otra opción sería realizar una concesión administrativa para dejar el proyecto en manos privadas, tanto la construcción como la explotación, durante un periodo tiempo determinado antes de que pase a manos de la Generalitat Valenciana.

Particulares, sindicatos y colectivos vecinales de los 14 municipios del Alto y Medio Vinalopó asignados a este centro hospitalario llevan años advirtiendo de que la situación es insostenible. Quieren acabar con la imagen diaria que supone la presencia de cientos de coches aparcados en los solares de tierra y en los arcenes de la carretera comarcal de La Torreta. Una situación de riesgo para el tráfico rodado y para los peatones, que se ven obligados a invadir la sinuosa y transitada CV-833 cuando se dirigen al hospital o regresan a sus vehículos. Además, enfermos, familiares, visitantes y profesionales sanitarios se ven obligados a dejar sus coches a kilómetros de distancia en lugares peligrosos o incluso prohibidos.

Vehículos aparcados en los arcenes de la carretera comarcal de La Torreta donde se encuentra el Hospital de Elda. ÁXEL ÁLVAREZ

Sanidad estima que son 500 las plazas de vehículos que se necesitan y Educación no considera ningún problema la desaparición del antiguo colegio Miguel de Cervantes. Elda tiene cubiertas sus necesidades de suelo para infraestructuras educativas y la demolición del centro -completamente irrecuperable tras permanecer nueve años cerrado y sin uso- pondría fin a sus problemas de inseguridad e insalubridad.

Fue en junio de 2012 cuando este centro cerró definitivamente sus puertas y en septiembre los alumnos de Infantil y Primaria se trasladaron a sus actuales instalaciones en la avenida de Ronda.

Donde durante décadas fueron educados centenares de niños de toda la comarca con necesidades especiales, ahora solo queda ruina, suciedad y expolio. En el exterior la maleza gana terreno y en el amplio edificio todos los materiales y objetos susceptibles de ser reutilizados o vendidos en el mercado negro fueron sustraídos hace años sin contemplaciones. El vandalismo y la presencia esporádica de okupas ha convertido el ruinoso edificio en un enclave degradado y marginal a escasos metros del hospital, del que únicamente le separa la carretera comarcal de la Torreta, y que además linda con las instalaciones de Asprodis, la Asociación Pro-Disminuidos Psíquicos de Elda, Petrer y Comarca.

El cartel colocado por Asprodis en los terrenos de su propiedad próximos al Hospital de Elda. ÁXEL ÁLVAREZ

Asprodis coloca señales de prohibido aparcar

La Asociación Pro-Disminuidos Psíquicos de Elda, Petrer y Comarca (Asprodis) ha colocado carteles de prohibido aparcar en la zona situada junto al colegio Miguel de Cervantes, donde cientos de conductores estacionan a diario para dirigirse al hospital. Se trata de una parcela sin asfaltar y con muchos baches situada en una rambla. Asprodis no tiene intención de vallar el lugar pero, al tratarse de una propiedad privada, tampoco quiere asumir ninguna responsabilidad en caso de accidente. Otro problema añadido a la falta de aparcamiento.