Cientos de personas, en su mayoría jóvenes, se han reunido este "jueves de Moros" en zonas céntricas de Elda desafiando al coronavirus y entre escasas medidas de prevención para celebrar el que hubiera sido primer día de las Fiestas de Moros y Cristianos del segundo año sin celebración. Los eldenses tenían previsto cantar el pasodoble «Idella» desde los balcones, y muchos lo han hecho así, pero otros han optado por echarse a la calle y celebrar las «no fiestas» ignorando la pandemia. Y ello a pesar de los continuos llamamientos de los últimos días a la prevención, el control y la prudencia por parte de las autoridades, así como al incremento de la vigilancia policial en los cuartelillos festeros y en el tráfico por la ciudad.
Secundando la campaña de la Junta Central de Comparsas, muchas familias han colgado en las ventanas y balcones de sus viviendas unos «corazones festeros». Las redes sociales también reciben desde el lunes una avalancha de fotografías, mensajes y comentarios de nostalgia por las fiestas de 2019, de tristeza por las no fiestas de 2020 y 2021 y de esperanza por las de 2022.
El alcalde Rubén Alfaro comentaba con añoranza antes de que se produjeran las reuniones masivas: «Qué diferente se ve hoy nuestra plaza del Ayuntamiento...En un año normal daríamos el pistoletazo de salida a nuestras fiestas de Moros y Cristianos, estaríamos escuchando al pregonero o pregonera y preparando nuestras voces para el jueves de Moros cantar todos juntos Idella de mis amores tras la Entrada de Bandas». Con nostalgia, pero sobre todo con mucha responsabilidad, y hoy más que nunca grito: ¡Viva Elda y San Antón!».
Este año es para «recordar, agradecer y reinventarnos», señala el presidente de la Junta Central de Comparsas, Pedro García. Con tal fin este viernes se presentará la revista de Moros y Cristianos en la que se recoge todo lo acontecido durante los dos últimos años «porque lo escrito es lo que perdura». No incluirá ni contenidos de fiesta ni de capitanías pero se ha multiplicado por cuatro la tirada y se repartirá gratis a todos los socios numerarios -7.000 festeros- por medio de sus comparsas. Pero el acto más emotivo tendrá lugar mañana sábado con el reencuentro de San Antón, el patrón de las fiestas de Elda. Será en la calle Novo Hamburgo, donde se encuentra su ermita, y podrán asistir 500 personas. Es la primera misa de campaña de estas características que se oficia en Elda en junio. Pero la asistencia será previa inscripción y cumpliendo todas las medidas de seguridad para evitar contagios. Por último, el domingo, a las ocho de la tarde en la Plaza Castelar, la AMCE Santa Cecilia ofrecerá un concierto de música festera con plazas limitadas.
La concejala de Fiestas, Lorena Pedrero, también recordaba ayer «los nervios, las prisas, las ganas de cantar Idella. Nuestras casas estarían inundadas de colorido por los trajes festeros y Elda estaría preparada para comenzar las mejores fiestas del mundo. Pero este año será diferente para todas y todos los eldenses. Por un lado cerraremos los ojos para recordar nuestras calles engalanadas y por otro, casi al unísono, los abriremos y pensaremos en la responsabilidad y el gran esfuerzo que hacemos para combatir el virus», subrayaba.
Para Pedro García el sentimiento al que se enfrentan los festeros es igual de doloroso y frustrante que el del año pasado «pero es distinto y menos cruel». Tiene la esperanza de que en 2022 se pueda retomar la celebración. En cualquier caso el primer objetivo de la Junta Central de Comparsas es poder celebrar la Media Fiesta por San Antón el próximo mes de enero siempre y cuando el covid-19 lo permita.