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La «batalla» del agua en Petrer

El retraso de los trámites para poder aprovechar parte del caudal hídrico procedente de la mina de Puça enfrenta al gobierno y la oposición

El agua que discurre por Puça en el salto de la rambla y a su llegada al casco urbano de Petrer, donde se filtra en el terreno antes de llegar al río Vinalopó en Elda. ÁXEL ÁLVAREZ

Cambio climático. El agua es vida y lo es mucho más en las áridas comarcas del Vinalopó y a las puertas de un cambio climático que traerá consigo calor extremo y sequía. Por eso el aprovechamiento racional del manantial de Puça en Petrer no es una cuestión baladí, aunque hay voces contrarias y acumula ya cuatro años de retraso.

Dos años de trámites lleva realizando el Ayuntamiento de Petrer ante la Confederación Hidrográfica del Júcar para poder inscribir la mina de agua de Puça y poder utilizar parte de su caudal para consumo humano. La calidad es muy buena y la inversión muy pequeña para reconducir los excedentes del caudal ecológico hasta los depósitos de agua municipal. De hecho, según ha informado el portavoz socialista, Fernando Portillo, hay una red de conducciones subterráneas en buen estado situada en las inmediaciones del enclave montañoso de donde mana el acuífero L’Avaiol-Esquinal.

Rambla de Puça de Petrer. ÁXEL ÁLVAREZ

En el año 2019 el Ayuntamiento aprobó la titularidad pública de la mina de agua de Puça. Pero sin la autorización del organismo de cuenca, que cada vez pone nuevos requisitos al municipio, nada puede hacerse a pesar de las críticas de la oposición del PP. De hecho, la portavoz popular, Pepa Villaplana, ya se quejó a mediados de junio de la falta de información sobre las medidas adoptadas por el gobierno local del PSOE para aprovechar los recursos hídricos de la rambla de Puça. Villaplana llegó a solicitar la convocatoria urgente de la mesa municipal de trabajo constituida en el año 2017 para abordar una cuestión que, con el cambio climático y los episodios cada vez más frecuentes de sequía, es vital para el futuro de la áridas comarcas del interior alicantino.

El agua que discurre por Puça en el salto de la rambla y a su llegada al casco urbano de Petrer, donde se filtra en el terreno antes de llegar al río Vinalopó en Elda. AXEL ÁLVAREZ

La cantidad de agua que el municipio podría ahorrarse a través del aprovechamiento de la rambla de Puça se desconoce con exactitud. En cualquier caso, según ha explicado Portillo, dependerá de las fluctuaciones de las lluvias y solo se empleará el excedente de un caudal ecológico que ya ha sido determinado mediante un estudio técnico y que, según las indicaciones de la anterior concejalía de Medio Ambiente, no sería inferior a los cinco litros por segundo. Además, las aguas solo se reconducirán en el período en el que la rambla arrastra el mayor caudal, que suele coincidir con la estación de primavera.

El salto de agua de Puça ofrece en primavera su mayor caudal. ÁXEL ÁLVAREZ

Villaplana ha incidido en una cuestión que para el PP es fundamental, y que ya ha demandado en reiteradas ocasiones, como es el aprovechamiento urgente del caudal de la mina que discurre por la rambla y no se está aprovechando. «Tras aprobarse la titularidad de la mina, el paso siguiente que se tendría que haber dado con la Confederación del Júcar es determinar la proporción del caudal que es para riego o abastecimiento humano y que parte se deja en el cauce para su mantenimiento», señaló Villaplana. Un alegato al que Fernando Portillo ha respondido esta semana. «El problema es que la mina de Puça no está inscrita en Confederación por parte del Ayuntamiento. Llevamos dos años de trámites y cada vez nos ponen requisitos nuevos. Ahora estamos terminando la última subsanación que nos pidieron y esperamos que sea la definitiva».

El agua de Puça termina filtrándose en el cauce del casco urbano de Petrer antes de llegar al río Vinalopó en Elda. ÁXEL ÁLVAREZ

Este problema no es nuevo. El agua que discurre por la rambla de Puça, desde la mina de la montaña hasta el casco urbano de Petrer, se sigue filtrando en el subsuelo antes de alcanzar el río Vinalopó a la altura de Elda. Después de muchos años y varios informes de la Diputación por fin se pudo resolver en 2019 la indeterminación sobre la titularidad del caudal. Este tema ya fue objeto de enfrentamiento político durante el pasado mandato entre gobierno y oposición. Desde el PP se advirtió que, «inexplicablemente», se estaba dejando perder en su totalidad un bien municipal tan valioso como el agua. Sin embargo, para la exconcejala de Medio Ambiente pensar que el agua que se deja correr y no se aprovecha para el consumo humano se desperdicia es un «concepto trasnochado y equivocado porque es una idea que se opone por completo a la necesidad de completar el ciclo hídrico». Es la misma conclusión a la que llegó un estudio del Observatorio del Vinalopó elaborado por el biólogo José Carlos Monzó, que también ponía en valor el corredor verde en el que se ha convertido la rambla de Puça, en todo su trazado, gracias al caudal que discurre por ella de forma continuada durante todo el año.

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