El Hospital General Universitario «Virgen de la Salud» de Elda ya tiene en su vitrina la Medalla de Oro de la Ciudad. El alcalde Rubén Alfaro se la entregó en la noche del lunes a la gerente del centro, Vicenta Tortosa, en un Teatro Castelar al que asistió la Corporación y representantes de colectivos sanitarios y entidades empresariales, sociales, culturales y festeras. «Para entregar esta distinción se ha elegido un momento de la historia en el que vuestra labor, la de los hombres y mujeres que trabajan en el Hospital de Elda, ha sido fundamental, imprescindible y extraordinaria. Y además, para dotarla de un mayor significado qué mejor momento que el inicio de nuestras Fiestas Mayores», indicó el alcalde.
Alfaro destacó el honor que supone «aplaudir vuestro trabajo como profesionales sanitarios, pero también a todas y a todos los que en algún momento de la vida de nuestro hospital han formado parte de su excepcional plantilla en estos 38 años. Pero en este acto no sólo reconocemos la labor de todo este tiempo de pandemia. También celebramos toda la historia junta del Hospital de Elda en el correr de los años». Alfaro terminó señalando que «si en algún momento dudamos de nuestra fuerza para afrontar un desafío, o nos detiene la pereza o la incertidumbre ante un cambio, miremos a las sanitarias y los sanitarios y al Hospital de Elda y recordemos que nuestra fuerza, como la de ellos, no tiene límites».
Por su parte Vicenta Tortosa agradeció emocionada la distinción admitiendo que «en toda la trayectoria del hospital es el reconocimiento más importante que hemos tenido nunca en nuestra historia». Pero quiso puntualizar que «en nuestro Departamento de Salud las historias más importantes son las de nuestros pacientes». La gerente también se refirió a la pandemia. «Todos juntos nos reinventamos y aprendimos a luchar contra un microscópico enemigo desconocido hasta el momento y con el apoyo de nuestros pueblos, gentes y familias, con sus aplausos y sus muestras de cariño y orgullo, hemos sido capaces de plantar cara al monstruo que, de vez en cuando, nos avisa de que no se ha ido. Esperemos que la nueva normalidad nos haga más fuertes, solidarios y conscientes de lo que tenemos y debemos cuidar», subrayó Vicenta Tortosa.
Pandemia
El momento más emotivo se produjo cuando la responsable del Departamento de Salud de Elda se refirió a la pandemia del coronavirus. "Cuando en marzo del año pasado, sin tregua, nos azotó la pandemia, creímos que todo se tambaleaba, que todo lo que habíamos construido se iba al abismo, porque tengo que confesarles que, en algún momento, en el silencio de los pasillos, con las puertas cerradas, en el vacío de los espacios, incluso creímos que íbamos a ser engullidos por una lava incandescente e incontrolable. Pero esas lágrimas que no dejábamos caer y el esfuerzo de todos y de todas fueron dándole una nueva forma más sólida y compacta a nuestra manera de trabajar, de organizarnos, de afrontar lo inesperado, descubriendo nuestra capacidad de adelantarnos a las circunstancias, de respirar para que el tifón que llegaba no nos moviera de lo que estábamos haciendo.
En estos largos meses, hemos perdido gente en el camino, a mucha, a demasiada...pero seguimos teniendo dentro de nosotros ese espíritu de ayuda a los demás que nos caracteriza, esa fórmula mágica que tiene la arcilla que nos ha permitido adaptarnos, moldearnos y solidificarnos fuertemente para contenernos. Por ello, esta Medalla de Oro que se nos concede por la entrega, por la profesionalidad, por la trayectoria de nuestra institución y de sus profesionales, y por la labor desarrollada durante el tiempo que la pandemia del covid-19 vive entre nosotros y a la que los profesionales han hecho frente en primerísima línea por el bien de la comunidad, debo manifestarles que este reconocimiento lo sentimos no solo para el hospital sino para todo el Departamento de Salud de Elda, para cada profesional de cada uno de nuestros centros sanitarios, de nuestro hospital, del Centro de Especialidades de Elda, del Centro Sanitario Integrado de Villena y de todos y cada uno de los centros de salud y consultorios de nuestro mapa sanitario.
Porque si hemos conseguido afrontar las dificultades que el día a día nos exigía, si hemos conseguido convertir en tan solo unas semanas a un hospital de 400 camas en uno de 600, si hemos podido disponer de cincuenta camas para cuidados críticos, si hemos trasladado servicios fuera del hospital para habilitar esos espacios como zonas de hospitalización, si hemos atendido todas las necesidades de las residencias socio sanitarias de nuestro ámbito, si hemos podido coordinar nuestras prioridades y adelantarnos a las necesidades que nos venían…no tengo ninguna duda de que ha sido por la implicación y colaboración de todo nuestro equipo humano, tanto de los centros sanitarios como del centro de salud pública, porque para todos y todas ha sido una experiencia que jamás vamos a olvidar y que cuanto más tiempo pase, más nos daremos cuenta de que todo lo aprendido y afrontado nos ha hecho crecer no sólo como profesionales sino fundamentalmente, como personas.
Agradecimiento
Por todo ello, en nombre de nuestro galardonado Hospital, de todo el departamento de salud de Elda, me van a permitir que agradezca a cada uno de quienes lo han hecho posible, desde mantenimiento hasta informática, en los almacenes, en los servicios electromédicos, en la limpieza, en las ambulancias, en las cocinas y lencería, A todos y cada uno de los facultativos, personal de enfermería, personal TCAE y técnicos, celadores y celadoras, a las familias administrativas, a nuestros grupos de estudiantes, en definitiva, a cada uno de vosotros y de vosotras, para que no dejéis de ser moldeables, para que no olvidéis la fórmula mágica de ser arcilla que nos hace capaces de abordar cualquier adversidad y seguir acompañando a nuestros pacientes y a sus familias. Y para que este agradecimiento no me quede incompleto, de manera pública, y con toda la emoción que alberga mi corazón, le doy las gracias a nuestro equipo directivo por la firmeza demostrada, por el abrazo constante sentido, por su comprensión y por la decisión con la que juntos agarramos el timón de nuestro gran barco para que no se desviara de su rumbo, un rumbo que lo hemos tenido que descubrir cada mañana y con un aprendizaje infinito.
