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Una higuera buscando el cielo

Retiran el árbol de la cúpula de la iglesia de San Bartolomé de Petrer tras enraizarse en las tejas y causar filtraciones

Los trabajadores sobre la cúpula de la iglesia de San Bartolomé de Petrer retirando la higuera. | ÁXEL ÁLVAREZ

No se sabe ni cómo ni cuándo pero una higuera ha echado raíces junto a la cruz que remata la cúpula del templo de San Bartolomé Apóstol, patrón de Petrer. Por el tamaño de su tronco se estima que germinó hace tres años. Sin embargo había pasado inadvertida para los vecinos del casco antiguo hasta que ha comenzado a dar los primeros problemas. La presión de sus raíces ha levantado las tejas provocando filtraciones en el interior del templo. Ha sido por tanto necesario intervenir para retirar el árbol y evitar males mayores en un edificio protegido por su valor histórico, artístico, tradicional y religioso. Y precisamente por tratarse de un monumento catalogado por la normativa municipal de Petrer por su relevancia, la parroquia ha tenido que encargar la redacción de un proyecto especial, cuyas obras han sido desarrolladas por una empresa especializada en trabajos verticales. De hecho, sus operarios han tenido que emplear técnicas de escalada para acceder a la «cima» para poder talar la higuera, reponer las tejas dañadas, aplicar un tratamiento fungicida e impermeabilizar la zona con el fin de evitar futuras goteras. Una actuación que se ha desarrollado en la última semana con un «precio de amigo» de 3.000 euros. «De higos a brevas, larga las llevas», reza el refrán.

Los trabajadores retirando las raíces de la higuera.

Los trabajadores retirando las raíces de la higuera. INFORMACIÓN

«Goteras no se habían producido todavía pero era cuestión de tiempo porque ya habíamos detectado una pequeña filtración», explica el sacerdote Miguel Cano Crespo, que se percató de la presencia de la higuera en lo alto de la iglesia cuando se incorporó a la parroquia cuatro meses atrás. Reconoce, no obstante, que desde la calle era difícil de apreciar porque se encontraba junto a la cruz y había perdido ya las hojas. Todo apunta a que la semilla de la higuera la llevó hasta el recóndito lugar un pájaro y, luego, la caprichosa naturaleza se encargó del resto. Destaca de la iglesia el gran volumen exento del conjunto, resuelto mediante una cúpula en el crucero y dos torres en el imafronte. La planta es de cruz latina, cubierta con bóveda de cañón con arcos fajones y lunetos.

Los trabajos se han desarrollado empleando técnicas de escalada.

Los trabajos se han desarrollado empleando técnicas de escalada. INFORMACIÓN

Cuando el templo se fundó contaba con un cura, tres vicarios, cuatro placistas residentes y un agregado. Fue diseñado por Francisco Sánchez y su construcción, promovida por el conde Puñonrostro, comenzó en el año 1779 sobre los restos de una iglesia anterior. La nave y las capillas mantienen el blanco original, pero en el presbiterio se han dispuesto frescos y pinturas después que la iglesia resultase dañada por un incendio en el año 1936, en los primeros meses de la Guerra Civil. Dicen en Petrer que la ascética higuera buscaba el cielo y tampoco les falta razón cuando afirman que, ante lo humano y lo divino, la naturaleza siempre se abre camino.

Los trabajadores sobre la cúpula de la iglesia de San Bartolomé de Petrer retirando la higuera. |

Los trabajadores sobre la cúpula de la iglesia de San Bartolomé de Petrer retirando la higuera. | ÁXEL ÁLVAREZ

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