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Vecinos de la Prosperidad de Elda piden medidas frente a los actos vandálicos

Denuncian que con la apertura de los locales de ocio nocturno vuelven a sufrir madrugadas de gritos, destrozos y jóvenes haciendo sus necesidades en la calle - El Ayuntamiento anuncia un refuerzo de la vigilancia policial en la zona

Estado de una de las calles del barrio de la Prosperidad tras la última acción vandálica. | INFORMACIÓN

Vuelve la normalidad tras la pandemia y vuelven los problemas para los vecinos del barrio de la Prosperidad de Elda por los actos incívicos que soportan los fines de semana y días festivos. En las inmediaciones hay varios locales de ocio nocturno y el comportamiento inadecuado de algunas personas -una minoría ruidosa- altera el descanso de los residentes. Se quejan, sobre todo, de gritos, peleas y actos vandálicos, tanto en el parque de la Prosperidad como en las calles aledañas, con desperfectos en el mobiliario urbano, señales de tráfico y vehículos estacionados en la vía pública. Pero lo que mayor malestar les genera es encontrarse por las mañanas con restos de comida, botellas y vasos de cristal rotos, orín e incluso excrementos en las calles, ventanas, puertas y garajes de sus viviendas. Consideran que esta situación comienza a convertirse en un «problema de salud pública» y piden al Ayuntamiento de Elda que adopte medidas, «urgentes y contundentes», para poner fin a un problema que el histórico barrio lleva sufriendo desde hace décadas.

Para abordar esta cuestión los afectados han solicitado una reunión al concejal de Seguridad Ciudadana. Quieren trasladarle personalmente a Enrique Quílez su malestar y solicitarle «que tome las medidas oportunas para paliar los perjuicios negativos que los actos de estas personas están ocasionando en las viviendas próximas a los locales de ocio nocturno de la zona».

El concejal del área ha reconocido a este diario que se trata de un problema de difícil solución por la dificultad que entraña sorprender a los autores en el mismo momento en el que cometen sus fechorías. No obstante, Quílez ha anunciado un incremento de la vigilancia policial en el barrio, sobre todo durante las noches de los fines de semana y días festivos, para evitar que sigan produciéndose los hechos denunciados por los vecinos.

Precisamente el equipo de gobierno de PSOE-EU de Elda busca acabar con este tipo de situaciones -vandalismo, ruido y suciedad- a través de la nueva ordenanza de convivencia. Se trata de un nuevo marco legal que pretende solucionar los problemas derivados de múltiples infracciones que perturban el día a día en la ciudad. Entre ellos las gamberradas con daños en espacios públicos, las molestias por el exceso de ruidos, las pintadas, la suciedad en las calles y el extrarradio urbano, la actividad descontrolada en los cuartelillos, el abandono de mobiliario en la vía pública, la limpieza o reparación de coches u otras maquinarias en la vía pública, la colocación de publicidad en espacios no reservados, la tenencia de animales e incluso al cuidado de parques y jardines o del mobiliario urbano.

En la ordenanza la concejalía de Seguridad Ciudadana ha recogido las principales reivindicaciones de las asociaciones vecinales dando al Ayuntamiento una prerrogativa que, en muchos casos, era ejercida directamente por el Defensor del Pueblo o el Síndic de Greuges a instancias de los propios perjudicados.

Un problema social por la falta de civismo y de valores


Los ayuntamientos no pueden destinar patrullas policiales permanentes en cada zona de ocio nocturno. A ello se suma que, tras el confinamiento por la pandemia, está aumentando la conflictividad y el vandalismo. Sobre todo por algunos grupos de jóvenes durante los «botellones». Los expertos coinciden en señalar que el origen del problema es la falta de civismo y de valores sociales que se deben inculcar en las familias y en los colegios.

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