Una iniciativa ciudadana surgida en Elda pretende evitar la instalación de macroplantas solares en enclaves naturales del término municipal por el negativo impacto que generarán tanto en el medio ambiente como en el paisaje. La petición dirigida por Ignacio Ruiz al alcalde Rubén Alfaro, que en las primeras 24 horas ya había superado las 530 firmas de apoyo, propone fragmentar y «priorizar» este tipo de instalaciones fotovoltaicas en cubiertas de edificios e infraestructuras públicas, en polígonos industriales o en zonas deprimidas de bajo valor ecológico donde el impacto ambiental es prácticamente nulo. «Estamos ante un cambio de modelo energético histórico, pedimos soluciones a la altura, consensuadas y maduradas, respetuosas con el medio ambiente, tomadas desde el análisis de un plan estratégico a nivel autonómico y nacional, que no hipotequen nuestro futuro», indica el promotor de la iniciativa instando al Ayuntamiento de Elda a invalidar por completo los macroproyectos solares planteados y crear un nuevo marco estratégico que analice con detalle las necesidades energéticas y su implantación en el territorio.
«Un atentado de tal magnitud contra nuestro territorio no puede perpetrarse por intereses económicos particulares, debemos defendernos y proteger nuestro mayor tesoro», indica el eldense Ignacio Ruiz.
Las centrales fotovoltaicas que se pretenden instalar en el término municipal, con una superficie total de 1.100 hectáreas en suelo agrícola y forestal, abarcan las faldas de la sierra Camara con 45 hectáreas de terreno afectadas; el monte de Bolón con 460 hectáreas; el paraje de las Cañadas con de 240 hectáreas y el monte de Bateig con 355 hectáreas.
Apoyo a las renovables
Quienes apoyan esta campaña han querido dejar constancia de su «total apoyo» al desarrollo de las energías renovables para avanzar hacia la deseada transición energética. «Pero esta transición -advierten- no puede hacerse ocasionando daños medioambientales irreversibles en las zonas donde se pretenden ubicar miles y miles de paneles solares». Concretamente en zonas de monte y monte bajo, que condenan a muerte a las cientos de especies vegetales y animales que habitan en ellas, y también en zonas agrarias aledañas de donde se nutre la fauna y que han servido, desde tiempos inmemoriales, como tejido productivo y fuente de ingresos a familias, agricultores y ganaderos. En Elda la extensión de monte es muy pequeña pero su valor ecológico es muy alto. «Son espacios que disfrutamos con nuestras familias y amigos, que cuidamos, que amamos y que, en cuestión de meses, cambiarán su aspecto de por vida y por muchas generaciones de forma irreversible. En los últimos años hemos conseguido poner en valor el amor y el respeto por el medio ambiente en Elda, hemos dado pasos en la protección del entorno y de las especies que en él residen. Y todo ello para ahora abocarlo a la destrucción de manera definitiva con varios megaproyectos impulsados por multinacionales extranjeras en plena burbuja especulativa con las energías renovables, por el simple hecho de obtener mayores beneficios en sus empresas», lamenta Ignacio Ruiz animando a los eldenses a sumarse a la campaña a través del portal change.org.
