La última etapa para elaborar el Plan Estratégico Elda 2030 busca las acciones destinadas a avanzar hacia una ciudad accesible y verde. En este foro de ideas el experto gallego ha explicado cómo Pontevedra logró convertirse en un referente mundial partiendo de una situación similar a la de Elda.
¿Qué se necesita para «construir» una ciudad verde, sostenible, accesible y eficiente?
Es fundamental que haya voluntad política por parte de los gobernantes, la coordinación de esfuerzos de todos los actores que intervienen en el espacio público y, por supuesto, la participación social. Primero a través de las asociaciones y colectivos del municipio y después directamente por medio de la propia ciudadanía. Al final todo se reduce a la equidad y a la democratización del uso del espacio público.
¿Cómo se ha producido la transformación de Pontevedra?
Ha sido una revolución, una experiencia fantástica que se inició en el año 1999 con el firme propósito de recuperar para el ciudadano el espacio público que le había sido arrebatado por la invasión del coche. Los principales perjudicados de esta situación eran los niños, las personas mayores y las personas con movilidad reducida. Por eso apostamos con valentía por la racionalización del vehículo de transporte privado para limitar al máximo su circulación por la ciudad permitiendo solo el acceso a los garajes, las actividades de carga y descarga y los tránsitos necesarios. La movilidad peatonal debe ser prioritaria. Hay que caminar más y coger menos el coche, es la mejor manera de crear ciudades ecológicas, eficientes y accesibles.
¿Qué pretendían evitar?
Sobre todo el continuo paso de vehículos por las calles y el tráfico de agitación, que se produce cuando cientos de conductores coinciden en una franja de tiempo determinada para intentar aparcar en el centro de la ciudad.
¿Qué han conseguido?
Ha sido una aventura muy enriquecedora que ha convertido a Pontevedra en un paradigma internacional en materia de movilidad, buenas prácticas para la mejora de la accesibilidad y reducción de la siniestralidad vial. Y también es muy importante que la ciudadanía se muestre ahora orgullosa del ejemplo en el que se ha convertido Pontevedra.
¿Y de Elda que opina?
Elda tiene los mismos problemas que tenía Pontevedra hace 22 años y ahora somos un referente mundial. Elda es una ciudad compacta, con un casco antiguo infrautilizado, un parque móvil muy amplio y un elevado uso de vehículos a motor para los desplazamientos urbanos. Sí hay voluntad política y respaldo social la ciudad puede mejorar radicalmente en dos décadas como lo hemos hecho nosotros.
¿Cómo valora el diagnóstico del Patrón 4 del Plan Estratégico de Elda para avanzar hacia una ciudad verde y accesible?
Me parece que el diagnóstico es acertado y está bien planteado y también he comprobado que los problemas están muy bien delimitados por el gobierno de Elda. Por lo tanto, ahora que el horno está caliente, es el momento para cambiar el orden de valores de la movilidad
buscando un diseño del espacio público para todos. Solo así se podrá recuperar a las personas que han sido expulsadas de las calles por los coches.
¿Y cree realmente que esas medidas restrictivas serán apoyadas por los eldenses?
Desconozco cómo reaccionarán los ciudadanos de Elda pero los de Pontevedra se mostraron inicialmente muy reticentes e incluso beligerantes con las medidas aplicadas. Sobre todo quienes tenían determinados privilegios viarios que iban a perder y las fuerzas políticas de la oposición. Pero con el paso del tiempo la gente valoró esas acciones y las avaló con sus votos. Nosotros empezamos a actuar en el centro histórico y ahora estamos extendiendo el modelo a la periferia.
¿El modelo de Pontevedra puede funcionar en Elda?
Perfectamente. Además en Elda hay una gran ventaja que es el buen tiempo a diferencia de Galicia que siempre llueve.
¿Cuánto tiempo debe pasar para que la sociedad cambie de opinión?
A veces tienen que pasar más de cuatro años y el problema de los políticos es que se «examinan» cada cuatro...
¿Cómo se hacen las ciudades más ecológicas y eficientes?
Sencillamente reduciendo el tráfico. Así los niveles de contaminación y las emisiones de CO2 bajan de forma drástica. Nosotros hemos pasado de 80.000 a 7.000 vehículos diarios de media y en los diez últimos años hemos tenido cero muertes por accidentes de tráfico en el casco urbano. Dos de cada tres desplazamientos por la ciudad ya se hacen andando y el 80% de los niños de 8 a 12 años va caminando al colegio.
Pero los comerciantes son reticentes a peatonalizar...
Nosotros apostamos por el comercio de proximidad y las calles peatonales contribuyen a reactivar el sector porque la gente puede pasear tranquilamente y detenerse a mirar los escaparates. Los coches no entran a las tiendas a comprar pero las personas sí. Al principio muchos comerciantes se mostraron contrarios pero ahora son ellos los primeros que defienden la peatonalización.
