Cientos de mujeres del Alto y Medio Vinalopó esperan desde el pasado mes de septiembre a ser citadas por Salud Pública en el centro sanitario de las Acacias de Elda para pasar las pruebas de detección temprana del cáncer de mama.
En la mayoría de los casos se trata de mamografías para diagnósticos rutinarios destinados a localizar tumores de forma precoz. Algo fundamental a la hora de abordar una enfermedad que en la Comunidad Valenciana tiene una tasa de incidencia de 122 casos por cada 100.000 mujeres. Esto es, de cada veinte mujeres una desarrollará un cáncer de mama.
Pero el retraso que acumulan estos diagnósticos en el Departamento de Salud de Elda también está afectando a pacientes sujetas a un seguimiento médico, desde hace años, para comprobar la evolución de su patología de forma semestral.
En estos casos la situación es mucho más preocupante y urgente. De ahí la sensación de miedo, angustia e impotencia que muchas de ellas manifiestan sentir mientras esperan que la situación mejore y el servicio se restablezca.
Aunque desde la Conselleria de Sanidad no se ha facilitado todavía ninguna información, las fuentes consultadas por este diario han señalado que el problema se debe a la falta de radiólogos. Uno por jubilación y el otro por baja médica. Las dos plazas están pendientes de cubrirse pero mientras tanto la lista de pacientes para someterse a las pruebas diagnósticas de detección temprana sigue aumentando. En el Hospital General Universitario de Elda también se hacen mamografías pero son específicas y no de cribado como las que lleva a cabo el Centro de Salud Pública de Elda en las Acacias.
A finales de agosto ya se denunció públicamente que las citas para realizar mamografías se estaban retrasando. En ese caso la dilación se había agudizado por el cierre del servicio por las vacaciones estivales de unos profesionales que, en los momentos de mayor presión asistencial por la pandemia, fue destinado a cubrir otros servicios sanitarios.
El portavoz del grupo municipal del PP en Elda, Fran Muñoz, ya indicó entonces que se estaba jugando con la salud de las mujeres del Alto y Medio Vinalopó. «Cuanto más tardío sea el tratamiento mayor posibilidad de fallecimiento de las pacientes», advirtió exigiendo a la consellera de Sanidad a «aplicar una solución inmediata para restablecer el servicio y establecer un plan de choque para el área sanitaria que permita acortar las listas de espera acumuladas en la pandemia».
En el verano de 2017 este diario también publicó que el mamógrafo de la Unidad de Prevención del Cáncer de Mama llevaba averiado ocho meses. Cuando se comprobó que no se podía reparar y había que adquirir uno nuevo se decidió realizar las mamografías en el Hospital de Elda por las tardes. De este modo se pretendía afectar lo menos posible al funcionamiento del programa preventivo de Salud Pública. Una medida que de momento no se ha adoptado en esta ocasión.
Un aparato digital de última tecnología valorado en 114.000 euros
El mamógrafo digital de la Unidad de Prevención de Cáncer de Mama del Departamento de Salud de Elda se instaló en el centro de las Acacias en marzo de 2015 y costó 114.000 euros. Está dotado de última tecnología lo que permite aumentar la calidad de las mamografías del Programa de Prevención de la Comunidad Valenciana, emite menos radiación, guarda los resultados indefinidamente, evita exploraciones adicionales y detecta los tumores más pequeños.
