El Ayuntamiento de Elda quiere convertir la plaza de toros en un eje cultural y de ocio para toda la ciudad. Con tal fin la Junta de Gobierno Local ha licitado en fechas recientes la redacción del proyecto para rehabilitar el coso. Y mientras los trámites siguen su curso el alcalde Rubén Alfaro ha dado a conocer las líneas básicas del anteproyecto, donde se muestran las soluciones planteadas por el equipo de arquitectos para hacer de este histórico recinto un lugar atractivo y lleno de vida durante todo el año.
Entre las diferentes ideas aportadas, Alfaro destaca la creación de una «boca escénica», que permitirá aprovechar al máximo el espacio y la visibilidad durante las actuaciones, así como las zonas de restauración y las mejoras de accesibilidad y eficiencia energética, «que harán de este céntrico espacio un lugar diferente en que disfrutar en compañía de la familia y los amigos».
Las obras de rehabilitación de la plaza de toros superarán los 12 meses de ejecución con un presupuesto que rondará los 2,5 millones de euros. Pero en este caso la Junta de Gobierno Local ha autorizado la licitación de la redacción del proyecto, por lo que el inicio de los trabajos no será tan rápido como en las otras tres actuaciones del mismo lote que han sido informadas favorablemente. Concretamente las reformas de las avenidas de Filipinas, Olimpiadas y Alfonso XII, que parte con un presupuesto de 2,1 millones y tendrá un plazo de ejecución de 15 meses; los trabajos de mejora integral del barrio de La Feria-Cocoliche por un importe superior a 2 millones y un período de 10 meses y, por último, la mejora de la accesibilidad al barrio Caliu por 108.000 euros mediante una rampa que se realizará en seis meses.
La plaza de toros de Elda cumplió 75 años en julio de 2021 sumida en un proceso de abandono y deterioro que se remonta a la última década. El inmueble, incluido en los Bienes Catalogados del Ayuntamiento como Patrimonio Arquitectónico Civil, lleva seis años cerrado por motivos de seguridad y once años sin albergar ningún festejo taurino de renombre. La mandó construir el empresario Eustaquio Cantó Amat con una inversión de 600.000 pesetas en una zona sin edificar, a las afueras de la población, que en apenas una década se comenzó a poblar de calles, casas y edificios. Para construirla se utilizó piedra de las canteras de Bolón. Un material que le confiere una imagen singular que se conservará en el proyecto de rehabilitación.
