Un juzgado de Alicante ha acordado la reapertura de un caso inicialmente sobreseído en el que una funcionaria de la cárcel de Fontcalent denunció haber sido víctima de un supuesto delito de abuso sexual por parte de un recluso, informa Efe.
La funcionaria del centro penitenciario de Alicante I, representada por la abogada Raquel Sánchez Navarro, denunció esos supuestos abusos sexuales a raíz de que el 1 de mayo de 2019 el interno le hiciera «tocamientos» en las nalgas, pero el juzgado rebajó las diligencias a un presunto delito de vejaciones. Semanas después, el juzgado emitió un auto con el sobreseimiento provisional con el argumento de que no estaba plenamente justificada la perpetración del delito ante lo cual la letrada de la funcionaria pidió la reapertura y, con fecha del pasado 19 de enero, el juzgado de Instrucción número 3 se lo concede citando tanto a la víctima como al recluso investigado para que presten declaración, en un auto al que ha tenido acceso Efe.
La funcionaria considera en su escrito ante el juzgado que los hechos sí atentan contra su libertad e indemnidad sexual y añade en su solicitud que casi tres años después sigue padeciendo secuelas psicológicas. Concretamente manifiesta sufrir un trastorno por estrés postraumático con episodios nocturnos y ansiedad a raíz, lo que provoca que reciba sesiones de psicoterapia.
También justifica la petición de reapertura en que el interno denunciado, según obra en las actuaciones, tras ser preguntado por los hechos del 1 de mayo de 2019 reconoció su acto y comentó que actuó por instinto y que no le parecía que fuera tan grave.
La abogada de la funcionaria también justificó en su petición que el caso fue archivado inicialmente sin practicar diligencia alguna, ya que ni siquiera se tomó declaración al interno o a la denunciante, lo que produjo indefensión a ésta última.
