El Ayuntamiento de Sax ha decidido homenajear al investigador ecólogo Fernando Tomás Maestre Gil denominando una plaza con su nombre. Es concretamente el pequeño parque situado en la calle Regino Soler, frente a la Fuente del Cura y a escasos metros del comienzo de la calle Mayor.
La propuesta será llevada al próximo pleno de la Corporación local para su aprobación y mientras tanto se acometerán las actuaciones necesarias para ajardinar la nueva plaza del casco histórico de la villa.
El catedrático Maestre Gil ha obtenido entre otros premios el Jaime I de Protección al Medio Ambiente y el mes pasado también fue distinguido con uno de los Premios Importantes del diario INFORMACIÓN.
El investigador distinguido del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio y del Departamento de Ecología de la Universidad de Alicante también atesora el Premio Humboldt y la Distinción 2020 de la Sociedad de Ecología Americana, entre otros galardones.
Es uno de los investigadores más reputados de la comunidad internacional en materia de cambio climático y desertificación. Además, sus ideas sobre el fomento de la felicidad en los grupos de investigación han servido de base para que la UA promueva entornos más saludables en el campus. De hecho es uno de los científicos más influyentes de todo el mundo, como muestran diversas clasificaciones de los últimos años y confirmó en abril de 2021 "The Reuters Hot List", que le sitúa en el puesto 147 de un total de mil científicos analizados.
Fernando Maestre mantiene intacta a sus 46 años la pasión por el trabajo científico y la ilusión por contribuir a un mundo mejor. Un deseo de saber que ya le llevaba en su adolescencia a patearse los montes de Sax, su pueblo natal, en busca de plantas de sol a sol. En su caso sí puede afirmarse que ha nacido profeta en su tierra.
Un enclave histórico
La plaza que llevará el nombre de Fernando Maestre Gil ha sido objeto de trabajos durante los últimos seis meses. Se encuentra en el histórico itinerario de La Entrada de las fiestas de Moros y Cristianos del 1 de febrero, junto al único tramo de la muralla exterior del castillo de Sax que todavía se conserva en pie.
Las prospecciones arqueológicas han identificado un fragmento de cerámica que, por su morfología y composición, podría ser iberos y tener 2.300 años de antigüedad según las hipótesis de los arqueólogos. También se ha localizado la estructura de una antigua casa que, siglos atrás, podría haber pertenecido al cura párroco de la villa.
El resto de objetos aparecidos con el movimiento de tierras no han revestido ningún interés para los expertos. Las obras han permitido mejorar el acceso al casco antiguo, a la ermita de San Blas y al castillo más concretamente, con la construcción de una escalera que pasará junto a la primera muralla defensiva que protegía a la villa de Sax.
