Los sentimientos estaban a flor de piel y tres momentos han marcado el primer día del Fin de Semana Festero en Elda. Todo comenzó cuando el estandarte de San Antón salió a la calle en medio de una gran expectación. Las salvas de arcabucería anunciaron el principio y el final de un minuto de silencio en recuerdo de los festeros fallecidos por el covid tras dos años de angustia, pena y frustración. Los recuerdos se agolparon y muchos festeros rompieron a llorar. Lágrimas que se repitieron cuando la imagen del patrón alcanzó la plaza de la Constitución en el traslado a su ermita. La Mayordomía sorprendió con un sencillo pero emotivo acto antes de que miles de voces entonaran el pasodoble «A San Antón», interpretado por 150 músicos de las bandas Santa Cecilia de Elda y Ruperto Chapí de Villena.
La abanderada de los Moros Marroquíes, Ana Silvestre; el capitán infantil de la comparsa, Pablo Piqueras, y el contrabandista veterano Juan Deltell compartieron la lectura de un mensaje de ánimo intercalado con estrofas de las tres composiciones que se han convertido en banda sonora de los Moros y Cristianos de Elda: «A San Antón», «Idella de mis amores» y «Las calles se llenan de mil colores». Y el colofón se produjo con la llegada del patrón a su ermita, donde fue recibido por una multitud agradecida mientras los Marroquíes le daban las típicas vueltas para bendecir a la ciudad. Así transcurrió un festejo histórico dedicado a los que ya no están pero siguen estando.