Una digna sucesora del imborrable "emosido engañado", pero con un trasfondo mucho más nocivo para la sociedad . Así es la pintada que ha aparecido en las calles de Elda, y que tristemente ha coincidido en el tiempo con la llegada de los refugiados procedentes de Ucrania tras el ataque ruso. "Estra geros no" ("Extranjeros no", por si había alguna duda) es lo que reza este feo mensaje, cargado de un claro componente racista, y también, de un evidente analfabetismo. 

La capacidad de razonar, la empatía y el diccionario castellano quedan muy mal parados en una pintada que no es fácil descifrar, hace falta más de un vistazo para ser capaz de ordenar las letras y entender el significado oculto tras este horror ortográfico. Debe ser una tarea muy difícil cometer tantos fallos en apenas 14 caracteres, tanto como decir algo tan feo en solo dos palabras.

Este alarde de xenofobia e ignorancia -no deja de ser curioso que estos conceptos vayan continuamente de la mano- fue compartido a modo de fotografía por el usuario @elmalosa en Twitter , donde ha generado cierta repercusión. La publicación acumula más de 200 interacciones y varias decenas de comentarios, muchos de los cuales aluden al ya mencionado y célebre "emosido engañado" y algunos otros reconocen ser incapaces de desencriptar el significado escondido tras el "estra geros no". Las cosas como son, el autor no lo puso fácil.

Este no es el único mensaje escrito en las calles de Elda que ha aparecido por las redes sociales estos últimos días. El otro caso es el de una esvástica mal dibujada, de nuevo, la incultura y el odio hacen acto de presencia juntos. Pero lo excepcional no está en el emblema en sí, sino en la respuesta que otro autor callejero dejó en la misma pared.

Lo cierto que podría tratarse de una pintada nada vinculada al nazismo, en la que alguien haya querido mostrar su simpatía hacia el budismo, ya que la esvástica inversa a la nazi es el símbolo sagrado de esta religión. Pero las cosas como son, se trata de una particularidad que muy poca gente conoce, por lo que todos los caminos llevan a la conclusión a la que llegó la persona que dejó su respuesta en el mismo trozo de fachada: "La esvástica al revés, nazi y tonto”. En esta ocasión (a pesar de que falte una tilde), el mensaje sí es claro, conciso y fácil de comprender.