Juan José Hernández nos ofrece, en calidad de concejal de Fiestas y como primer teniente de alcalde más joven de la historia de Monforte del Cid, una perspectiva fresca y diferente acerca del pasado, presente y futuro de su querido pueblo. Economista de formación, entró en política hace apenas tres años, y siempre hace hincapié en que “cuando vives la realidad de tu gente día a día, completas tu formación académica con muchos matices que no te enseñan en la universidad”.

Se trata de uno de los representantes de la cuarta generación de la formación por la que se presenta (EU) e, inevitablemente, ve las cosas desde un prisma nuevo, ya que ha adquirido una vasta experiencia en muy poco tiempo y ha dado un paso adelante, asumiendo la primera Tenencia de Alcalde y varias concejalías de mucho peso interno y externo, tales como las de Fiestas, Hacienda, Personal y Contratación.

Todo ello, combinado con una legislatura como no ha habido otra en más de 80 años, le convierte en un hombre curtido por la crisis de la pandemia, una guerra en Europa a la que mira con preocupación por las consecuencias para su pueblo y su comarca, además de tener que gobernar, como todos los municipios, en un estado de permanente excepcionalidad.

¿Me permite llamarle Juanjo?

Faltaría más, por supuesto que sí.

Gracias… La primera pregunta que me surge es inevitable, ¿Qué es la política para usted?

Sin duda, el término “política” en un pueblo en el que casi todo el mundo se conoce, se torna relativo. Hacemos política, pero no al modo tradicional, no ese tipo de política muchas veces desconectada de la realidad y polarizada. Nuestra política es mucho más cercana, con vocación de servicio al pueblo.

Aquí, el efecto de una decisión u otra es prácticamente inmediato, y la gente te lo hace saber enseguida cuando te ve por la calle. Esto nos resulta muy útil a la hora de tomar decisiones basadas, sobre todo, en la cercanía a nuestros vecinos.

La política de Monforte es mucho más cerca, con vocación de servicio al pueblo.

Siempre se ha dicho que Monforte del Cid es un enclave estratégico que une el interior con el mar, pero nunca acaba de materializarse en la realidad este hecho.

Permítame que matice sus palabras. Es cierto que Monforte es un núcleo vital para empresas y mercancías. Toda esta imagen se originó en 1990, cuando SEPES compró los terrenos para comenzar las obras del polígono Walaig, lo que se acabó magnificando en 2006, cuando la anterior administración (PP) decide romper relaciones con ellos bruscamente. Se hizo mucho populismo, se jugó con el futuro de empresarios y trabajadores, y ahora le toca a mi generación terminar de arreglar todo aquel desaguisado.

¿Qué nivel de perjuicio le ha ocasionado esto a los monfortinos?

Es muy difícil calcularlo de forma más o menos exacta. Sin duda, ha hecho que decenas de empresas no hayan venido y, por tanto, se hayan perdido cientos de empleos que se hubieran sumado a los que ya genera nuestra principal actividad: la uva de mesa.

Pero agua pasada ya no mueve molinos, y me gustaría reivindicar que hemos conseguido las dos victorias más importantes de la democracia: hemos librado a Monforte del yugo que suponía tener una deuda judicial de unos 49 millones de euros, incluyendo intereses legales y costas.

Este ha sido nuestro gran logro. Estoy convencido de que la gestión económica de este ayuntamiento ha sido la mejor posible. Esos 49 millones, más los 11 millones de deuda bancaria, unida a las recientes sentencias por valor de 2,4 millones (Alenda 1,8 millones y SEPES 600.000 €), suman un total aproximado de 63 millones.

Es decir, que cogimos al paciente en la UCI y ahora está recuperándose. Ahora sí que Monforte tiene futuro, porque ya no tiene prácticamente deuda y la que le queda está ordenada. Somos un ayuntamiento solvente.

Lo que el anterior gobierno hizo en 12 años tardaremos unos 20 en revertirlo. Lo importante ahora es seguir gestionando bien y la única garantía de que esto sea así pasa por nuestra continuidad.

Independientemente de los desafíos pasados y presentes, usted tendrá una idea de municipio para el futuro. ¿Por dónde pasa el desarrollo de Monforte desde su punto de vista?

Creo que el futuro es el producto del pasado y de las decisiones que tomemos en el presente. Lo que puedo garantizar es que, si seguimos por esta senda de logros, Monforte será un referente importantísimo. Ya lo está siendo. Nuestra población ha aumentado un 10% en los últimos 6 años y la implantación de grandes empresas un 52%. Por otro lado, los proyectos que ya hemos puesto en marcha darán más estabilidad, seguridad y progreso al pueblo de Monforte del Cid.

Juan José Hernández destaca que se necesita un ayuntamiento propio del siglo XXI. AXEL ALVAREZ

¿Y qué tiene pensado para conseguirlo?

Para mí hay tres líneas fundamentales para conseguir estos objetivos. La primera es el saneamiento definitivo de nuestras arcas públicas. Para ello tendremos que liquidar lo que queda de deuda, dotar a Monforte de más servicios y reforzar los que ya existen.

La segunda línea, y más importante, es desarrollar el polígono. Y no son palabras huecas, no queremos grandes titulares ni fotos en Madrid. Queremos resultados, y por eso hemos tenido varias reuniones discretas con SEPES con una gran sintonía, y cuyos resultados anunciaremos cuando se ponga en marcha. Desde mi punto de vista no podemos, y repito, no podemos jugar a la política con el futuro de nuestras familias. Con el pan de mi pueblo no se juega.

El problema es que todo lo que se hizo anteriormente fue bajo una óptica cortoplacista y no se tuvo en cuenta un proyecto a medio y largo plazo. Seguramente nos equivocaremos muchas veces, somos humanos al fin y al cabo, pero confío plenamente en que este equipo de gobierno sacará este proyecto adelante sin estridencias ni titulares populistas.

La tercera línea es potenciar el desarrollo cultural de Monforte. Tenemos una identidad que, bien focalizada nos va a dar en el futuro muchas alegrías. Cuento para ello con muchos factores, desde nuestras fiestas, únicas en el mundo, hasta nuestra cultura identitaria. Cuando la realidad nos sacude de forma convulsa, el mejor remedio es un pueblo unido, sólido culturalmente, con una identidad clara y con una base económica y social fuerte. Ahí entra en juego el ayuntamiento, que debe reunir lo disperso y ponerlo al servicio de los ciudadanos. En 2022 vamos a invertir más de 3 millones de euros en infraestructuras y servicios. Estos son los tres ejes fundamentales si queremos que Monforte progrese.

Por último… ¿Qué planes de futuro tiene a corto plazo?

Seguir sirviendo a mi pueblo. Para mí la política significa poner todo nuestro empeño, nuestras capacidades, y los recursos públicos a disposición de la ciudadanía. Para ello necesitamos ser flexibles, intentar adaptarnos a una sociedad en constante movimiento, y no ser sólo representantes de nuestros vecinos, sino quienes les ayudan y acompañan. En definitiva, necesitamos un ayuntamiento propio del siglo XXI. Mi único plan es Monforte.

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