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La plaga de la avispilla del almendro avanza imparable cinco años después de detectarse en la provincia

La Conselleria de Agricultura espera conocer los resultados del ensayo iniciado en 2021 en una parcela para comprobar la efectividad de los nuevos tratamientos fitosanitarios

La larva de una avispilla en el interior de una almendra en una finca situada entre Sax y Castalla. Áxel Álvarez

La plaga de avispilla que diezma la cosecha de almendra avanza imparable por la provincia de Alicante a pesar de las medidas aplicadas por la Conselleria de Agricultura para combatirla. Los agricultores siguen reclamando más rapidez y contundencia para frenar a la «Eurytoma amygdali Enderlein», un insecto volador que está generando pérdidas económicas muy elevadas y cuya presencia se detectó, por vez en primera, en tierras alicantinas en julio de 2017.

La avispilla del almendro se localizó concretamente en dos fincas de Biar con una superficie afectada de 50 hectáreas. En 2019 ya se había expandido por el paraje agrícola de la Peña Rubia de Villena y por los términos de Sax-Castalla y Villena-Salinas. Un año más tarde, en junio de 2020, la Conselleria de Agricultura alertó de que su avance continuaba y, de hecho, a las comarcas afectadas de la Foia de Castalla, y el Alto y Medio Vinalopó se sumó, como nueva zona de expansión de la plaga, l'Alacantí y la Marina Baixa.

Una finca de almendros situada entre los términos de Sax y Castalla afectada por la plaga de avispilla. Áxel Álvarez

Precisamente hace dos semanas, en marzo de 2022, el departamento de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura detectó las primeras salidas de ejemplares adultos de avispilla en almendras afectadas de la anterior campaña en algunas fincas de la Marina Baixa. "Dado el diferente ritmo del ciclo de la plaga en distintas explotaciones, para ajustar el momento de la salida de adultos debe llevarse el seguimiento de la forma más individualizada posible. Tras la salida de adultos debe realizarse un tratamiento, a los cuatro o cinco días, con alguno de los plaguicidas permitidos", señalaron los técnicos de la Conselleria precisando que los fitosanitarios autorizados son: Aceite de parafina en un 79%; Lambda cihalotrin en 1,5%, 2,5% y 10%; Piretrinas en un 4% y Spirotetramat en un 10%.

Nuevo aviso de la Conselleria en la Marina Baixa

En 2020 Agricultura realizó una nueva actualización sobre el estado de la plaga en la Comunidad Valenciana y, en cuanto a las actuaciones para erradicar o minimizar los daños provocados por la avispa, todos los años se hace el seguimiento de la evolución de la plaga para dar los avisos de tratamientos correspondientes. Algo que en este 2022 ya se ha dado en la Marina Baixa y en el Alto Palancia de Castellón.

Para abordar esta nueva amenaza para el campo los técnicos de la Conselleria también realizan reuniones periódicas con los responsables de las Cooperativas. Este año ya se han dado dos charlas. Una en Pinoso y la otra en Requena.

Uno de los principales problemas para conseguir erradicar con éxito la plaga son las fincas de almendros abandonadas donde la avispilla prolifera. Pues bien, para controlar y gestionar estos campos, cuando la Conselleria recibe alguna denuncia se envía un requerimiento al propietario para que actúe de forma inmediata, aplicando los tratamientos fitosanitarios recomendados, con el fin de evitar la expansión de la plaga. El afectado también puede arrancar los almendros y quemarlos para evitar que estos campos baldíos se conviertan en un foco de propagación del insecto. Si no hace caso puede llegar a ser sancionado.

Pero las organizaciones agrarias exigen al Consell que destine una partida económica específica para cubrir estos gastos. Petición que, de momento, no ha sido atendida.

Otra amenaza para el campo tras la Xylella

Se trata, en definitiva, de otra amenaza para el campo alicantino cuando los agricultores ya llevan años sufriendo los devastadores efectos de la Xylella fastidiosa, la bacteria que está acabando con miles de olivos y cítricos.

Al menos los daños que ocasiona la plaga de avispilla no afectan al árbol, por lo que se evitan los arranques masivos, ni son tan rápidos ni agresivos. Cuando llega a la madurez pone sus huevos en el interior de la almendra y las larvas crecen alimentándose de las pepitas hasta convertirse en ninfas. De ahí la dificultad para detectar su presencia. Solo cuando se recoge la cosecha -o en las semanas previas- es cuando se puede medir el alcance real del perjuicio ocasionado.

La larva de la avispilla se alimenta de la almendra y cuando alcanza la madurez sale de la cáscara. Áxel Álvarez

Otro aspecto que diferencia a esta plaga de la Xylella fastidiosa es la buena respuesta que están dando los productos fitosanitarios autorizados en el Registro del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación. Pero son caros y es necesario concienciar a los productores de la necesidad de aplicarlos por el bien del sector.  Además, no pueden utilizar las almendras infectadas para alimento del ganado, combustible de estufas u otros usos.

Los técnicos de la Universidad de Valencia siguen experimentando la eficacia de diversos tratamientos, tanto fitosanitarios como ecológicos y biológicos, para detener el avance del insecto y exterminar su población. Hay muchas esperanzas puestas en la suelta de un parásito depredador de la avispilla que no daña el ecosistema pero la medida sigue en fase experimental.

Los expertos consultados por este diario temen al himenóptero por formar una plaga muy destructiva, que se extiende de forma exponencial y es muy difícil de identificar y combatir a tiempo.

Desde algunas entidades agrícolas de la provincia se está realizando una gran labor de concienciación y asesoramiento para conseguir que los propietarios de fincas afectadas por la avispilla recojan la almendra, que se queda momificada por efecto de la larva y no cae del árbol, para quemarla. Pero se sigue a la espera de que las autoridades agrícolas de la Comunidad, la provincia y las entidades locales obliguen a arrancar todos los almendros plantados en campos abandonados.

Estas fincas constituyen un foco propagador y es vital actuar sobre ellas para que las medidas sean eficaces.

La plaga llegó a la Comunidad Valenciana en 2016

Fue en julio de 2010 cuando se tuvo conocimiento de la existencia de la plaga de la avispilla del almendro en España. Se sospecha que llegó con importaciones sin el debido control desde el sur de Asia y se detectó inicialmente en la provincia de Albacete. Pero en febrero de 2016 ya se tuvo constancia de la presencia del himenóptero en varias zonas de la Comunidad Valenciana. Concretamente en el Valle de Cofrentes-Ayora y La Plana Utiel-Requena. Dieciocho meses después se introdujo en la provincia de Alicante a través del Alto Vinalopó.

Las hembras adultas realizan sus puestas en el interior de las almendras cuando están en fase de crecimiento, perforando las cortezas. Las larvas que salen de los huevos crecen alimentándose durante el verano y el invierno de las pepitas que son la parte comercial de la almendra y que quedan completamente inservibles mientras los gusanos completan su metamorfosis, convirtiéndose en crisálidas, de las que saldrán más tarde las fases adultas. Es en abril cuando salen de las almendras para iniciar una nueva puesta en las que pueden depositar entre 50 y 100 huevos. Y es entonces cuando se produce el momento idóneo para exterminarlas por su mayor vulnerabilidad.

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