La tortura acústica que medio millar de vecinos de la zona residencial de Salinetas Altas de Petrer llevan sufriendo desde hace más de dos décadas parecía tener los días contados en octubre de 2018. Los afectados presentaron 200 firmas en el Ayuntamiento de Petrer y en la delegación provincial del Ministerio de Fomento. Solo querían que se adoptaran medidas para evitar el molesto y persistente ruido que soportan en sus casas debido a la cercanía de una autovía por la que transita, de día y de noche, una media de 60.000 vehículos diarios. Reclamaban la instalación de pantallas acústicas en un tramo reducido de la A-31 en dirección Alicante-Madrid.
Aunque de la intervención debería hacerse cargo el Gobierno central, finalmente el Ayuntamiento de Petrer dió un paso adelante para poner fin a un problema que puede tener efectos perjudiciales en la salud pública. De hecho algunos vecinos indicaron a este diario que tenían dificultades para dormir por las noches y descansar por el día, lo que desencadenaba en ellos estrés, irritabilidad, insomnio y ansiedad.
En 2018 el equipo de gobierno de Petrer, el tripartito que formaban PSOE, Compromís y EU, aprobó una modificación de crédito de 50.000 euros para levantar un talud entre las viviendas y la autovía. Un montículo de tierra al que se dotó de un cordón vegetal que minimizase el impacto sonoro del tráfico rodado. Pero la medida no dio el resultado esperado.
Pues bien, han tenido que pasar cuatro años para que la Demarcación de Carreteras del Estado en la Comunidad Valenciana redacte el proyecto de medidas correctoras en materia de protección acústica en la autovía A-31, dentro del Plan de Acción contra el Ruido de la Dirección General de Carreteras.
Este proyecto, notificado en este mes de mayo al Consistorio de Petrer, incluye, entre otras, pantallas acústicas para la reducción de los niveles de inmisión en la zona urbana de La Molineta, situada entre los puntos kilométricos 205+000 y 205+800, margen izquierda, de la A-31 a su paso por el municipio.
En este sentido, para poder llevar a cabo la ejecución de las medidas proyectadas, es necesaria la ocupación de parte del terreno de titularidad municipal y definido como ámbito de protección de vías de comunicación, comprendido entre la autovía A-31 y la avenida Catedrático José María Bernabé Maestre.
Es por ello que previo a la aprobación del proyecto, el Ayuntamiento debe acreditar la disponibilidad de los terrenos necesarios, solicitando la cesión al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de la superficie de la zona de dominio público y la puesta a disposición de la superficie afectada por el proyecto, concretamente 14.890 m², así como el compromiso del Consistorio para su conservación una vez finalizadas las obras.
El edil de Urbanismo, Fernando Portillo, ha informado este miércoles que la cesión se elevará a un pleno extraordinario que se celebrará el próximo 11 de mayo para que “puedan continuar con la redacción del proyecto y posteriormente con la instalación de estas medidas correctoras del ruido en una zona residencial con gran densidad de viviendas”, ha indicado recordando que “este ha sido y es uno de los compromisos firmes del equipo de Gobierno sobre el que seguimos trabajando para lograr el objetivo de reducir el impacto acústico de la autovía a su paso por Petrer”.
