La A-31, "la autovía del infierno", vuelve a ser escenario de colas kilométricas a su paso por la comarca del Medio Vinalopó debido a un nuevo accidente de tráfico. Un tráiler con remolque que transportaba yogures ha volcado y posteriormente se ha incendiado. Ha sido sobre la una de la madrugada de este miércoles en el kilómetro 213 pero no se han registrado heridos.
El siniestro se ha producido en dirección Madrid-Alicante, dentro del término municipal de Novelda, a la altura de una empresa de mármol y a escasos metros de la salidad de Novelda en sentido Alicante.
En el suceso han intervenido los bomberos de la Zona Operativa del Vinalopó procedentes del Parque de Elda, que han sofocado el incendio del camión, varias patrullas de la Guardia Civil de Tráfico y una ambulancia.
Sobre las siete de la mañana han acudido dos camiones grúa de gran tonelaje para retirar el tráiler y despejar la autovía mientras los operarios de Mantenimiento de Carreteras comenzaban a retirar los fragmentos de la carrocería que habían quedado esparcidos por la zona tras el vuelco.
El conductor ha podido salir por su propio pie si bien el camión ha acabado totalmente calcinado. Además, como quedó cruzado ocupando los dos carriles ha cortado totalmente el tráfico hasta las tres de la madrugada, momento en el que ya se puedo habilitar un carril para el retomar el tráfico de turismos de forma lenta.
Los bomberos han finalizado su intervención sobre las cinco de la madrugada y en la misma han participado un sargento, un cabo y seis bomberos con cuatro vehículos.
Las colas de vehículos se extienden a las ocho de la mañana hasta el término municipal de Petrer.
Para evitar el colapso se aconseja a los conductores que se dirijan desde Elda o Petrer hasta Monóvar y desde allí a Novelda. Así podrán enlazar de nuevo con la A-31 superando el punto del accidente tras dar un largo rodeo.
Saturación y siniestralidad se han convertido en dos conceptos íntimamente asociados a la A-31. Los accidentes se suceden casi a diario y las condiciones de circulación se hacen cada vez más complicadas por la saturación de vehículos que se desplazan en dirección Madrid-Alicante, sobre todo en las horas punta de entrada y salida de las empresas, comercios y colegios.
85 víctimas en 2020
Los múltiples intentos de los ayuntamientos del Vinalopó por obtener inversiones para subsanar una situación que ya es insostenible no han surtido ningún efecto en los últimos veinte años. De hecho, el Gobierno ha vuelto a dejar fuera de sus Presupuestos la mejora integral de la seguridad vial y la instalación del tercer carril en los tramos más peligrosos de la A-31. Una carretera nacional reconvertida en autovía que en 2020 registró 48 accidentes con 85 víctimas. De todas ellas tres fallecieron y cuatro resultaron graves.
A pesar de ser la segunda más saturada de la provincia y la primera en siniestralidad, la autovía de Madrid parece no existir para el Gobierno. Los últimos datos del Ministerio de Fomento sitúan en 60.000 vehículos la intensidad medida diaria en el tramo de Villena-Monforte del Cid. Y de todos ellos 8.000 son vehículos pesados.
En materia de densidad circulatoria a la A-31 sólo le supera la autovía del Mediterráneo, la A-7, pero únicamente en puntos muy concretos del trayecto que une Alicante con Murcia. Muy atrás quedan, en intensidad media diaria, la autovía del interior que acerca las provincias de Alicante con Valencia a través de Alcoy, y el ramal de la CV-80 entre Sax y Castalla.
53 accidentes al año
La autovía de Alicante-Madrid registra al año una media superior a los 53 accidentes de tráfico con víctimas en el tramo de 73 kilómetros de Villena-Alicante. En los años previos a la pandemia los bomberos solían realizar tres intervenciones al mes para rescatar a heridos atrapados en sus vehículos tras colisiones o salidas de vía. El número de víctimas mortales oscila al año entre 4 y 6. Un balance negro en una autovía que, sólo a su paso por el Vinalopó, presenta cinco puntos muy peligrosos por su sinuoso trazado. Y en caso de lluvia el riesgo se multiplica por diez. Cabe recordar que la A-31 se construyó hace más de 30 años y en muchos tramos sigue el viejo trazado desdoblado de la N-330.
Sensibilizado con este problema el Ayuntamiento de Elda presentó en febrero de 2021 una manifestación de interés al programa «Next Generation EU». De este modo espera obtener fondos de la Unión Europea para mejorar la seguridad de la A-31 tras décadas de abandono. Pero Bruselas, de momento, no se ha pronunciado.
