Paco lo ha vuelto a hacer. El mecánico de Monforte del Cid ha conseguido rescatar, en un par de minutos, a una niña de cuatro años que se encontraba encerrada dentro de un coche aparcado a pleno sol y con las ventanillas subidas.
El percance se produjo en la tarde del pasado martes, con una temperatura exterior rondando los 30 grados, y la Policía Local acudió de nuevo al taller de chapa y pintura Megachapa para pedirle ayuda a Paco. Y el amable mecánico acudió rápidamente al lugar y la historia acabó con final feliz a pesar del susto de la niña y el agobio de sus familiares.
Tanto la alcaldesa María Dolores Berenguer como la Policía Local le han dado públicamente las gracias al diligente Paco, que no es la primera vez que acude al auxilio en este tipo de situaciones.
"Desde el Ayuntamiento, sólo pedir atención y precaución para evitar que ocurran este tipo de sucesos, tanto con personas, animales o materiales inflamables que pueden generar un incendio", ha señalado la primer edil de Monforte.
Este episodio recuerda al ocurrido en Elda, en junio de 2021, cuando una madre angustiada pidió ayuda a la Policía Local de Elda al quedarse sus dos hijos atrapados dentro de su coche y con la alarma encendida en una calurosa tarde.
El incidente se produjo en la calle Antares y los agentes de la Unidad de Atestados acudieron rápidamente para prestarle auxilio. Una niña de dos años y su hermano de cuatro llevaban encerrados media hora dentro de un turismo Audi, con las ventanillas subidas y la alarma activada a todo volumen.
El agente rompió la ventanilla delantera derecha con un instrumento especial de rescate y, tras colocar unas toallas para evitar que pudieran cortarse, sacó a los pequeños mientras lloraban asustados y empapados en sudor.
La madre también se encontraba muy nerviosa. Por un despiste las llaves se le habían quedado atrapadas dentro del maletero y, al cerrar el portón, el coche se había bloqueado al activarse el sistema antirrobo.
Los niños se quedaron dentro, sin posibilidad alguna de salir y con una temperatura en el exterior de 33 grados centígrados. Todos los intentos que realizó por abrir el turismo no dieron ningún resultado. Ni siquiera un vecino al que pidió ayuda pudo romper el cristal de la ventanilla golpeándolo con una azada ante el peligro de que los cristales pudieran herir a los pequeños.
Pero finalmente, tras media hora de agobio, la Policía Local solucionó el problema en cuestión de segundos.
